Napster hace tiempo, Spotify ahora y Youtube en el medio fueron los causantes de la debacle de la industria discográfica. Las grandes tiendas de música de Argentina, y el mundo, tuvieron que bajar sus persianas o cambiar el modelo de negocios. El vinilo parece que las hace renacer pero ese efecto aún no llegó al país.
Una de las que sobrevivió a los cambios de formato de comercialización de la música es la disquería Musicanoba de General Pico, La Pampa. Durante 19 años, resistió el paso del cassette al CD, del CD al MP3, se modernizaron y empezaron a vender remeras, instrumentos musicales, parlantes, accesorios electrónicos. No funcionó.
"Durante casi 20 años pudimos sortear varias crisis pero con esta no pudimos”, cuenta a Minuto Uno Walter Canoba, el dueño del local que le “agradeció” al “Señor Macri” por las políticas que generaron la bajada de persiana para siempre.
“De alquiler estábamos pagando $25.000 con actualizaciones semestrales. Para un comercio como el nuestro es mucho”, detalla. Tenían sólo un empleado.
Ajustaron los gastos al mínimo para subsistir. Fue en vano. “Bajamos el consumo al máximo No usábamos el aire acondicionado. Pagamos más de $2000 por mes. Quizás no parece mucho, pero sin ventas todo es demasiado”, explican.
“La caída más importante comenzó en el segundo semestre de 2018. Ahí fue muy significativa”, sostiene Canoba.
Las cantidades vendidas por los comercios minoristas bajaron 9,9% en diciembre frente a igual mes de 2017 y acumularon una retracción anual de 6,9%, según un relevamiento de la Confederación de la Mediana Empresa (Came).
Las derrumbes más profundos se registraron en la venta minorista de materiales para la construcción (-15,9%), electrodomésticos, artículos electrónicos, de computación y celulares (-13,8%), Muebles (-13,5) y Bazares y regalos (-13,4%). En el segundo de los rubros se encuadra Musicanoba, la tradicional disquería de General Pico que se tuvo que ir “con la música a otra parte” por la crisis.
