Como cada año, en estos días la fe se pone de manifiesto en una celebración que reúne a miles de jujeños: la peregrinación hacia Punta Corral.
Hombres, mujeres y niños recorren horas a pie, y enfrentan el frío, en cansancio y la sed, porque la devoción a la Virgen de Copacabana de Punta Corral es más fuerte, así como su soporte en la peregrinación.
Este fin de semana partieron desde distintas partes de Jujuy los devotos de la “Mamita del Cerro”, que en familia o solos, demuestraron su devoción.
Los caminos que eligen los peregrinos son diversos. Pero los más populares fueron como siempre Tumbaya y Tunalito, el primero es el más extenso, y el segundo el más corto y peligroso.
Equipados con lo necesarios, pero sobre todo con fe, como comentan los fieles, los jujeños ascendieron entre oraciones y sonidos de sikuris, para llegar o acompañar a la Virgen.
Por supuesto que para este evento de tal magnitud fue necesaria la disposición de múltiples operativos, que planeados hace semanas, se desplegaron para brindar seguridad a la peregrinos.
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