El estado de salud del expresidente de Uruguay Tabaré Vázquez es “delicado”. Se encuentra grave tras sufrir una recaída producto del cáncer que le diagnosticaron el año pasado.
En este momento permanece en su casa de el Prado con su familia y su entorno más cercano, dado que prefirió no ser internado.
El 23 de agosto de 2019, cuando todavía era presidente se sometió a una intervención diagnóstica tras la que se confirmó la presencia de un tumor maligno que le afectaba los pulmones. Días antes Vázquez había informado en una conferencia sus problemas de salud, pero que aún no conocía su magnitud.
Tras el tratamiento médico indicado, el 13 de diciembre se dio a conocer que estaba curado del cáncer. Sin embargo, su estado físico se vio deteriorado desde entonces.
En 2020, a partir de la emergencia sanitaria decretada en marzo en Uruguay a causa de la pandemia, sus apariciones públicas fueron contadas.
En las últimas horas, los medios locales informaron que la situación del exmandatario se había complicado. Según publicó en su cuenta de Twitter el periodista Gabriel Pereyra, el tumor del pulmón “hizo metástasis en el páncreas y su situación se fue agravando”.
Agregó además que, en las últimas semanas, “empezó una lenta despedida de su gente”. El jueves se descompensó, aunque el viernes “estuvo un poco mejor”. Vázquez prefirió quedarse en su casa, rodeado de su familia.
Tabaré Vázquez fue el primer mandatario de izquierda en la historia de Uruguay al ganar las elecciones de 2004 como candidato del Frente Amplio (FA). Gobernó entre 2005 y 2010 y después fue reelegido para el período 2015-2020, luego de que dejara el cargo José “Pepe” Mujica, de la misma coalición de izquierda (2010-2015).
En marzo de este año finalizó su mandato y entregó la banda presidencial a Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional (PN, centroderecha), con quien en diciembre había viajado a Argentina para la asunción de Alberto Fernández, como una forma de exhibir estabilidad institucional, pese a pertenecer a distintos partidos.
El diagnóstico
El 23 de agosto del año pasado, cuando todavía era presidente, el propio exmandatario, de 79 años, fue el que confirmó que le habían encontrado un “nódulo pulmonar” con apariencia maligna, que lo obligaría a internarse para tener un diagnóstico definitivo.
De inmediato se sometió a una intervención diagnóstica y se confirmó la presencia de un tumor maligno que le afectaba los pulmones.
“En el día de hoy se realizó la intervención diagnóstica prevista en donde se confirmó la presencia de un tumor maligno”, había confirmado un documento firmado por el médico del exmandatario, Mario Zelarayán.
