La FIFA abrió una investigación para determinar por qué el choque del Grupo A del Mundial de Rusia 2018 entre la Selección de Uruguay y Egipto se disputó con miles de butacas vacías en el estadio de Ekaterimburgo. Lo que llama la atención es que las entradas habían sido agotadas en boleterías.
En el segundo partido de la fase final del Mundial se observaron miles de asientos naranjas vacíos en el renovado estadio de Ekaterimburgo, pese al atractivo de contar en el cotejo con Luis Suárez y Edinson Cavani por el lado charrúa y Mohamed Salah en el banco de suplentes de los Faraones. Incluso, la ausencia de la estrella del Liverpool en el once titular se definió a último momento, por lo que nunca estuvo en tela de juicio el nivel de atracción del partido.
Las cabeceras asignadas a los egipcios de un lado y a los uruguayos del otro se vieron prácticamente colmadas, con mayoría de los primeros, pero el resto de las butacas, adquiridas en su mayoría para ciudadanos rusos, estaban semicompletas. La FIFA había indicado que casi todos los boletos disponibles se habían vendido y por eso está investigando qué ocurrió con toda esa gente que no concurrió al espectáculo.
"Podemos confirmar que se han asignado 32.278 boletos para el partido entre Egipto y Uruguay en Ekaterimburgo. La capacidad del estadio es de 33.061", dijo a AFP un portavoz del organismo rector del fútbol mundial. "El hecho de que la asistencia real no refleje la cantidad de boletos asignados puede deberse a diferentes factores, que la FIFA está investigando actualmente", añadió.
La FIFA asignó alrededor de 2,5 millones de entradas para la cita rusa que acaba el 15 de julio con la gran final en Moscú. Los organizadores rusos señalaron que casi todas las entradas ya se habían vendido para la totalidad del torneo. Los rusos representaron el 46 por ciento de las ventas de tickets.
Fuente: Toda Pasión
