Luego de la espera con poco interés por parte de los votantes por las elecciones PASO, el Frente de Todos se impuso por una gran diferencia a Juntos por el cambio, liderado por el presidente Mauricio Macri.
Otra vez las encuestadoras fueron las grandes perdedoras de estos comicios que fueron minimizados, y que daban pequeñas diferencias entre el presidente Macri y el candidato Alberto Fernández.
El capricho del presidente Mauricio Macri de arrastrar a la provincia de Buenos Aires y a Capital Federal, todos dicen que de la mano de su Jefe de Gabinete, no hizo sino hundir a su fuerza política a una derrota poca veces vista.
Solo Horacio Rodríguez Larreta, se perfila con continuidad en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En tanto el presidente fue derrotado por 15 puntos porcentuales, la gobernadora Vidal por 19 puntos, y en Jujuy Carolina Moisés se consolidó como la candidata mejor votada con miras a las elecciones de octubre.
La gobernadora de Buenos Aires María Eugenia Vidal, con la mejor imagen del PRO, sufrió el arrastre de los votos negativos del presidente.
Con estos números, desde hoy el partido oficialista tendrá que ver si es posible revertir estos porcentajes hasta octubre, lo que los empujará tal vez a hacer todo lo que no hicieron durante 4 años.
Los votantes sin duda, no votaron en base a los miedos de la “vuelta al pasado” sino con el síndrome de la heladera vacía, de la pérdida de empleos, de los acuerdos con organismos internacionales que no beneficiaron a la gente y a la caída real del poder adquisitivo de los trabajadores.
Alberto Fernández, con sus recorridas por todo el país y con su tono mesurado, sin mostrar a su compañera de fórmula Cristina Fernández en exceso, logró convencer a los argentinos de que puede cambiar la situación por la que atravesamos durante 4 años, esperando pacientemente un cambio que nos beneficiara.
Los argentinos también entendimos que la democracia es el único método para el crecimiento o para tocar fondo.
Hasta el final de la noche, Fernández no quiso adjudicarse el triunfo ya que los porcentajes se demoraron más de lo previsto.
Si los números se repiten en octubre, ya sabemos que estaremos gobernados nuevamente por el peronismo, fortalecido por el massismo y por el triunfo de muchos gobernadores justicialistas que con buen criterio se separaron de las elecciones.
El acompañamiento de hace 4 años atrás como la de los votantes cordobeses, no se dio como esperaba el presidente quien ahora nos preguntamos qué decisiones podrá tomar hasta octubre, sabiendo ya que la mayoría de los argentinos no acompaña sus políticas, sobre todo económicas.
La política muchas veces nos sorprende y es el arte de lo imposible. Tal vez eso fue lo que pasó este domingo de sorpresas.
Más allá de macristas o peronistas, los argentinos reclamamos estar bien, poder vivir mejor, y no sufrir durante tantos años otra crisis económica que nos castiga, nos empobrece y que le deja a las nuevas generaciones un país sin sueños.
