Salud

Una investigadora jujeña explicó los efectos del dióxido de cloro

Camila Sáenz analizó los alcances de este liquido, a quienes muchos llaman "sustancia milagrosa" por su supuesta frente al coronavirus y otras enfermedades.

Dioxido-de-cloro-1
Dioxido-de-cloro-1

08-08-2020 02:46

Desde hace ya varias semanas, el "dióxido de cloro" es mencionado en numerosos perfiles de redes sociales como un presunto remedio contra el coronavirus. Muchos por curiosidad ya indagaron sobre el tema y otros incluso hasta llegaron a consumirlo. Camila Sáenz, una investigadora jujeña, licenciada en bioquímica y becaria doctoral de Conicet, realizó un articulo en el que analizó los efectos del dioxido de cloro.

"¿Consumir o no CDS?", inicia la investigación de Camila. En este sentido explica por empezar que el CDS (solución de dióxido de cloro, por sus siglas en inglés chlorine dioxide solution) se presenta por el licenciado en economía Andreas Kalcker, en su libro “Salud Prohibida”, como una "sustancia milagrosa" capaz de producir recuperación de una larga lista de enfermedades y condiciones, entre ellas diabetes, HIV, artritis, malaria, autismo; con la prueba fehaciente de cientos de testimonios de personas que lo usaron y se habrían recuperado.

Según los estudios de la investigadora, Kalcker argumenta que la clave de estas recuperaciones de distintas enfermedades a partir del uso de una única sustancia (el dióxido de cloro), es que debe haber “algo” en común en todas ellas.

"Puede resultar seductora la idea de curar o prevenir nuestras dolencias tomando una sustancia milagrosa, más aún cuando el consumo viene acompañado de un discurso que invita a abrir la mente, a experimentar con uno mismo y a pensar que nada es lo que parece, donde pareciera que aquellas personas que logran vislumbrar los beneficios del CDS son iluminadas que desafían la 'mátrix' en que vivimos", reflexionó Camila y agregó que siguiendo la consigna de Kalcker de cuestionar absolutamente todo, propuso analizar la “medicina” que tanto publicita.

Es así que, desde un abordaje bioquímico, Camila Sáenz intentó responder algunas preguntas clave a la hora de tomar a la decisión crítica de consumir o no dióxido de cloro.

El estudio:

¿Cuál es el mecanismo de acción del Cl2O?

- Vamos a trasladar nuestra imaginación al mundo microscópico, el mundo de las moléculas, para sentir más cercana la explicación. Cuando hablamos de mecanismo de acción podemos pensar en interacciones entre moléculas, y de qué manera esta interacción puede generar una respuesta. Cada molécula tiene su propia identidad, esto se refleja en su estructura y composición particulares. Estas características determinan con qué moléculas puede interactuar y con cuáles no, de qué manera lo hace y cuales son los efectos de esta interacción. Nuestras células, las bacterias y los virus están hechos de moléculas, el Cl2O también, analicemos entonces de qué manera interactúan.

- El Cl2O, es una molécula que por su estructura y composición, entra en la clasificación de halógenos y compuestos halogenados. Los halógenos, especialmente el cloro y el yodo, son dos bactericidas conocidos muy potentes. El cloro se utiliza principalmente para la desinfección del agua y el yodo como antiséptico en la piel. Me parece necesario hacer un paréntesis para definir estos dos conceptos. Los desinfectantes son sustancias que se emplean para destruir los microorganismos o inhibir su desarrollo, éstos se usan a concentraciones que pueden tener efectos tóxicos o irritantes sobre los organismos vivos (incluso células humanas), por eso se aplican sobre materiales inertes.

- En cambio, los antisépticos son sustancias que se aplican sobre tejidos vivos, con el objeto de matar o impedir el desarrollo de los microorganismos y así prevenir la sepsis (o putrefacción) de estos tejidos sin comprometer la integridad de sus células. Otra diferencia entre desinfectantes y antisépticos es que los primeros son más potentes. Es cierto que los antisépticos pueden ser las mismas sustancias que las utilizadas para desinfectar, un buen ejemplo es el etanol que se utiliza tanto sobre la piel como para desinfectar mesadas de trabajo, pero... ¿Alguna vez se les ocurrió aplicar compuestos clorados sobre su piel? Más bien, utilizamos los famosos guantes de hule que venden en el super para que el cloro no tome contacto con nuestra piel, y tenemos mucho cuidado de no mezclar estas sustancias con detergente para evitar respirar los vapores de cloro que se desprenden y que son tóxicos... ¿Beberían compuestos clorados? Ahondaré en esta pregunta más adelante.

- En este párrafo quiero mostrarles la explicación que da la farmacéutica Laura González Bosquet en su artículo “Antisépticos y desinfectantes” donde explica el mecanismo de acción del cloro, si bien es un párrafo embebido de tecnicismos, me parece importante presentarlo. Al final intento sintetizar este concepto para mayor claridad de las lectores. El cloro puede encontrarse en la estructura de diversas moléculas (como la lavandina, NaOCl). En cualquier caso, su mecanismo de acción desinfectante se debe a la liberación de cloro libre que a su vez, junto al agua y en medio ácido o neutro, origina ácido hipocloroso (HOCl) que es un oxidante fuerte que se combina con el grupo amino de las proteínas bacterianas para formar cloraminas y liberar oxígeno, destruye los microorganismos por oxidación. Se trata, por tanto, de potentes germicidas inespecíficos de acción rápida contra bacterias y virus.

- El cloro oxida proteínas, las proteínas están presentes en virus, bacterias y también en células humanas, entonces puede interactuar con todas y por eso su mecanismo de acción es altamente inespecífico.

- Hay una insistencia por parte de Kalcker respecto a no confundir dióxido de cloro (ClO2) con lavandina (NaOCl, que deriva en ácido hipocloroso), estoy de acuerdo con el en el sentido que son compuestos diferentes, aunque finalmente producen el mismo efecto sobre las proteínas. Ambos, por su estructura y composición, son compuestos de oxicloro y tienen una potente actividad antimicrobiana. En 2007 se encontró que la actividad antimicrobiana del ClO2 se basa en la desnaturalización de las proteínas, debido principalmente a la modificación oxidativa de sus aminoácidos (residuos triptófano y tirosina). Particularmente el CDS, oxida los componentes estructurales (aminoácidos) de las proteínas. Cuando una proteína se oxida, pierde su estructura y función.

¿Qué efectos puede tener el consumo de Cl2O?

- La pérdida de función de las proteínas puede tener distintos efectos en según el sistema donde se encuentren presentes. Ya que el libro “Salud prohibida” indica el consumo de CDS para curar enfermedades tanto infecciosas, autoinmunes como metabólicas, a continuación analizaremos el efecto del CDS sobre virus, bacterias y células humanas.

- Un virus se compone de un genoma de ADN o ARN en el interior de una cubierta de proteína llamada cápside. Algunos virus tienen una envoltura de membrana externa. Conociendo su estructura puedo adelantarme y afirmar que el dióxido de cloro podría reaccionar con las proteínas de la cápside e inactivar cualquier virus. En este sentido existen algunas evidencias, por ejemplo se demostró que la inactivación del virus de la influenza por ClO2 fue causada por la oxidación de su proteína spike.

- En las células humanas la producción de la energía requiere oxígeno, el cual es finalmente reducido a agua en la cadena respiratoria mitocondrial. Normalmente, aproximadamente 2% del oxígeno es reducido en forma incompleta, dando origen así a compuestos intermedios inestables, llamados especies reactivas de oxígeno (ROS). Estos son capaces de producir daño oxidativo sobre estructuras celulares, como membranas, proteínas, lípidos y ADN. El equilibrio de reducción oxidación en las células supone la presencia de compuestos antioxidantes (como el glutatión y las vitaminas C y E) capaces de destruir o neutralizar las especies oxidantes. El desbalance entre ROS y antioxidantes, se conoce como estrés oxidativo.

- El CDS es una sustancia oxidante que podría contribuir al desbalance entre especies oxidantes y antioxidantes dentro de una célula. La pérdida de función de las proteínas presentes en la célula frena procesos celulares necesarios, pudiendo derivar en muerte celular.

- Las células bacterianas se diferencian de las humanas principalmente en su tamaño, por lo que tienen menos reservas de antioxidantes capaces de neutralizar el ClO2. Además nuestras células se organizan en tejidos que conforman un organismo donde la sangre transporta antioxidantes continuamente a las células. Por lo tanto hay quienes argumentan que las soluciones de dióxido de cloro podrían matar células bacterianas en cuestión de segundos, no así células humanas. Esto no significa que nuestras células no estén sometidas a estrés oxidativo cuando entran en contacto con ClO2.

- Quiero enfatizar la necesidad de mantener un equilibrio de reducción-oxidación en nuestras

células. Es importante no estresar los mecanismos regulatorios de la homeostasis para prevenir la enfermedad. La entrada continua de CDS en nuestro organismo podría afectar de manera negativa nuestra capacidad antioxidante.

- La mayoría de las bacterias que viven en nuestro cuerpo son importantes para nuestra salud, estamos llegando a comprender cada vez más cómo los desequilibrios sutiles en nuestras poblaciones bacterianas pueden causar enfermedades, y cómo restablecer el equilibrio puede conducir a curas.

- Imaginen la cantidad de bacterias benéficas de nuestra conocida “flora intestinal” están

matando al tomar CDS, cuántas bacterias benéficas de nuestra piel matan al aplicar CDS de

manera tópica ¿cuáles son las consecuencias? Me resulta evidente el daño contundente que puede causar en nuestro cuerpo el consumo de CDS, y no quisiera dejar de mencionar el efecto negativo que esto implica en la adhesión al tratamiento de pacientes que, después de años de investigación y desarrollo científico, hoy logran controlar sus afecciones. Un ejemplo claro es la infección por HIV, ¿qué pasaría si la persona afectada decide tomar CDS en lugar de antirretrovirales?, ¿o si las

personas diabéticas tipo 1 deciden tomar CDS en lugar de insulina para controlar su glucemia?,

y así podría dar más ejemplos de tratamientos interrumpidos por la tentadora promesa de una

sustancia milagrosa.

- Cuando se evalúa el efecto (beneficioso o tóxico) de una sustancia se debe hacer

referencia a su dosis y via administración. Ambos aspectos están fuertemente vinculados a

la interacción entre la sustancia que se administra (en este caso CDS) y el organismo que la

recibe. Habiendo analizado esas interacciones, podemos comprender mejor los efectos tóxicos o no del CDS.

¿Cuales son las dosis y tiempo de exposición seguros para humanos?

- Los desinfectantes a base de cloro son los más utilizados en la desinfección de agua, por su bajo costo y facilidad de uso. Una limitación del uso de la cloración es que produce subproductos de desinfección (DBP), que plantean riesgos potenciales para la salud.

- Actualmente, la mayoría de las regulaciones de agua potable abordan agresivamente los problemas de DBP en los sistemas públicos de distribución de agua. Sin embargo, en la última edición de las Directrices de la OMS para la calidad del agua potable, se recomienda que la desinfección del agua nunca se vea comprometida al intentar controlar los DBP. La razón de esto es que los riesgos de enfermedad humana y muerte por patógenos en el agua potable son mucho mayores que los riesgos de la exposición a desinfectantes y subproductos de desinfección. Tomamos agua de red todos los

días ¿Beberían además compuestos clorados?.

- El dióxido de cloro está sujeto a reglamentos de la La seguridad ocupacional de EE.UU. y La Administración de Salud (OSHA), donde la concentración de gas ClO2 permitido en el aire del lugar de trabajo es de 0,1 ppm para una exposición de 10 h, y de 0,3 ppm para una exposición a corto plazo no mayor a 15 minutos. ¿Utilizarían una solución de ClO2 en nebulizador?

- Así es que son muchas las organizaciones que regulan y argumentan en contra del

consumo de CDS, por nombrar algunas: la Agencia de Estándares Alimentarios (Food

Standards Agency) a nivel global, el Centro de Control de Envenenamiento de Bélgica, el

comité de Coordinación de Toxicovigilancia de Francia, la Administración de Medicamentos y

Alimentos (FDA: Food and Drug Administration) de Estados Unidos, y la Agencia Española de

Medicamentos y Productos Sanitarios. La Red Argentina de Centros de Información de Medicamentos (RACIM) también dio a conocer una alerta en la cual insta enfáticamente a la población a no comprar ni consumir productos hechos a base de clorito de sodio debido a la toxicidad que producen, y sugiere denunciar los sitios que los comercializan en ANMAT. El propio Andreas Kalcker en su libro advierte que “el uso del dióxido de cloro (CD) bajo la denominación suplemento mineral milagroso (MMS), que fueron las siglas inventadas por Jim Humble, ha sido prohibido en muchos países, por no contar con una autorización como medicamento de la salud pública”.

¿De qué manera, podría el Cl2O curar o prevenir tal lista extensa de enfermedades que

propone Kalcker? ¿Es la misma en todos los casos?

- Esta es una pregunta que voy a dejar abierta al juicio de las estimadas/ lectores, quienes podrán responderla a través de sus propios recursos. Quizá consultando fundamentos sólidos a la persona de confianza que les recomendó tomar CDS para su caso particular. Puedo ofrecerles la misma pregunta redactada de otra manera ¿Cómo haría el CDS para curar o prevenir la enfermedad que les interesa? ¿Cuál es el mecanismo de acción?

- Espero con este texto haberles aportado herramientas útiles para su reflexión. Para concluir, me gustaría contarles que pienso que muchas veces esperamos que las cosas ocurran lo más instantáneamente posible en este sistema acelerado, pero no todo se consigue con un click. La salud no escapa a la cuestión, sin embargo existe cierta tendencia a adoptar la manera más fácil y rápida posible de conseguirla, entonces cuando nos duele la cabeza en vez de acostarnos a descansar, tomamos un ibuprofeno; si estamos contracturadas en vez de darle movilidad a nuestros músculos, tomamos un miorrelajante; podemos comer y tomar todo lo que queremos y no pasa nada, porque de postre tenemos un antiácido. Compramos algun remedio, lo tomamos y seguimos apuradas ¿A dónde?.

- El concepto de salud es diverso y existen multiplicidad de enfoques para abordarlo. Cada persona puede encontrar la terapia que mejor se ajuste a sus necesidades y le haga sentir mejor. La oferta y la información no son limitantes en este sentido. Al momento de elegir una terapia me parece fundamental que las personas estemos informadas, bien informadas.

- Busquemos argumentos sólidos que vayan más allá de simplemente cuestionar todo lo demás

en base a conspiraciones de la comunidad científico-médica. Tratemos que “el remedio no sea

peor que la enfermedad” y estemos muy alertas cuando alguien nos hable de sistemas

milagrosos, pues históricamente han aparecido estos argumentos para generar un provecho

económico a costa de la salud de las personas.

Autor: Camila Sáenz

Camila nació en la provincia de Jujuy - Argentina. Estudió Tecnicatura en Química en la Escuela de Minas dependiente de la Universidad Nacional de Jujuy (UNJu). En 2013 se mudó a Buenos Aires e inició sus estudios en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), graduándose como Licenciada en Bioquímica en el año 2019. Recientemente obtuvo una beca doctoral de CONICET, esta está enmarcada en el laboratorio de Neurofisiología del IMBICE.

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