SALUD
por La reglamentación de la Ley 27.669, que establece el marco regulatorio para el uso y producción de cannabis medicinal y cáñamo industrial, marca un paso fundamental hacia el futuro de esta industria en Argentina.
A 15 meses de su sanción en el Congreso, el Gobierno ha emitido el decreto 405/2023, publicado en el Boletín Oficial, definiendo los términos de esta normativa. Además de impulsar el uso medicinal, la reglamentación abarca el desarrollo de la industria de cannabis medicinal y cáñamo, ampliando las perspectivas de crecimiento y empleo.
Marco regulatorio y estructura institucional:
La Ley 27.669, aprobada el 5 de mayo de 2022, establece la operación de la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y Cannabis Medicinal (Ariccame), el Consejo Federal para el Desarrollo de la Industria del Cáñamo y Cannabis Medicinal, y el Consejo Consultivo Honorario. Estas entidades, compuestas por 20 miembros titulares y 20 suplentes, desempeñarán funciones ad honorem para impulsar la industria en el país.
Francisco Echarren, presidente de Ariccame, celebró el nuevo marco regulatorio, considerándolo "pionero y de vanguardia a nivel mundial". Según el referente del sector, se prevé que la industria generará alrededor de diez mil empleos a nivel nacional en el corto plazo, además destacó la importancia de elevar el límite de THC al 1%, ya que ampliará la industria, reducirá costos y fomentará la expansión de la oferta. En comparación, otros países tienen límites entre el 0,2 y el 0,5%.
Simplificación de procesos:
La nueva reglamentación también introduce la adopción de un sistema de ventanilla única para gestionar trámites relacionados con autorizaciones, licencias y certificaciones. Esta medida busca simplificar la burocracia y brindar facilidades a emprendedores e inversores interesados en esta actividad, contribuyendo a regularizar un mercado previamente desordenado.
Ampliación del alcance y potencial industrial:
La ley determina que Ariccame será el organismo competente para regular, controlar y emitir autorizaciones administrativas relacionadas con el uso de semillas de cannabis, cannabis y sus productos derivados. El marco regulatorio abarca toda la cadena de producción y comercialización nacional o de exportación de cannabis y sus derivados, tanto para uso medicinal como industrial. Este enfoque ofrece oportunidades en sectores como la cosmetología, alimentación y veterinaria.
Planes futuros y beneficios sociales:
Según Echarren, las primeras licencias para operar podrían entregarse en dos meses, y los primeros productos estarían disponibles para el público a mediados del próximo año. Esta ley ha sido aplaudida por el presidente Alberto Fernández como un avance en el acceso a la salud y un triunfo en la lucha contra la hipocresía. Echarren reafirma que esta iniciativa responderá a las necesidades de millones de argentinos que buscan utilizar cannabis medicinal o derivados industriales de cáñamo, brindando seguridad en un mercado previamente desregulado.
