La Conmebol le dio cuatro fechas de suspensión y ya cumplió una: no estuvo esta tarde en el 2-2 en la Bombonera. Marcelo Gallardo ni siquiera pudo ingresar al estadio de la Bombonera en la final de ida ante Boca, por la definición de la Copa Libertadores 2018.
El DT del equipo millonario vio las acciones en la concentración del estadio Monumental. Y hasta se dio el gusto de salir en uno de los balcones para ver a los hinchas alentar al grito de "en la cancha de River vamos a ganar y la vuelta vamos a dar...". Con una camiseta violeta (una de las alternativas que usa River), el entrenador agitó sus brazos mientras la gente cantaba: "De la mano del Muñe/vamos a ganar/y la vuelta/y la vuelta vamo' a dar...".
Gallardo espera a sus jugadores en Núñez para recibirlos tras disputar la primera batalla Superclásica. El DT, que según el Artículo 76 de Ejecución Ordinaria de Suspensiones del Reglamento de la Conmebol, "no podrá por ningún medio comunicarse con su equipo" en estas finales. Vio el primer encuentro frente al televisor y evitó cualquier tipo de contacto con sus dirigidos para no recibir una sanción aún mayor del organismo que rige el fútbol sudamericano.
Desde la Conmebol anunciaron que, en la apelación presentada por el Muñeco, a lo sumo se le reducirá de 50.000 dólares a 35.000 la multa económica. Además, luego de que se dispute esta serie final, recién en su último partido de suspensión (son 4) podrá tener contacto con su cuerpo técnico.
En el vestuario de la Bombonera hubo una requisa de la Policía Federal, por orden de la Conmebol, para ver si en la utilería que River llevó a la cancha de Boca había aparatos tecnológicos con los que Gallardo pudiese comunicarse con su cuerpo técnico y/o sus jugadores. El resultado fue negativo. El de la cancha, altamente positivo.
