Angélica Ledesma hace su vida arriba de su "mini auto", forma en la que se refiere, con cariño, a su bicicleta. Desde hace más de un año le puso techo a su Fiorenza color verde oscuro y su vehículo se transformó en algo único: “Cuando veo algo nuevo, se lo agrego", relató.
Diseñó su bicicleta y con la ayuda de un herrero y un toldero pudo concretarla. "Tiene ventilador, luces, música con parlante bluetooth. Tiene canasto, tiene un porta paquete, tiene adelante y atrás. Siempre ando con música, la música alegra, no deja que uno se quede atrás y a la gente le gusta, por ahí cuando no me escuchan con música me dicen: '¿Y la música?'".
Nació en Perico, Jujuy, hace un poco más de 50 años, pero en su adolescencia decidió ir a Tucumán para estudiar y trabajar. Siempre se movió en bicicleta. Para ella es un medio transporte económico, fácil de andar y más seguro que la moto o el auto.
“Cuando empecé a armarla me decían que se me iban a reír en la calle”, comentó sobre los desacertados pronósticos de algunos de sus amigos. Hoy recorre las calles del centro orgullosa con su bicicleta mientras se roba las miradas de los peatones.
Contrario a muchas opiniones, sostiene que mientras se sea prudente la bicicleta no presenta ningún riesgo. “Sería lindo tener bici sendas en las avenidas y algunas calles transitadas pero sí hay respeto por el ciclista”, opina.
¿Es posible estar cómoda y segura andando en bicicleta por las calles tucumanas? Para Angélica sí. "Espero que sirva de inspiración para que otros se animen a pedalear y abandonar los autos", dijo y pedaleó una vez más.
Fuente: El Tucumano.
