Un estudio de la Universidad Estatal de Washington, de Estados Unidos, reveló que los perros de terapia ayudan a agudizar las habilidades cognitivas de una persona. Para el experimento, realizado en 2019, participaron 200 estudiantes universitarios estresados, los cuales accedieron a un programa de caricias de los animales.
De todos los voluntarios que participaron, algunos acariciaron a los perros, y otros simplemente se sentaron al lado de cada can. Según las muestras de saliva tomadas antes y después del experimento, se descubrió que los estudiantes que realmente tuvieron el contacto a los perros presentaron caídas notables en los niveles de estrés agudo en comparación con todos los demás.
El estudio, que tardó tres años en completarse, sometió a los estudiantes a tres intervenciones, las cuales incluyeron sesiones semanales de cuatro horas de duración, centradas en temas relacionados con la prevención o el manejo del estrés, como la importancia de dormir bien por la noche o cómo lidiar con la ansiedad ante los exámenes. Un grupo interactuó con los perros mientras hacían actividades como el asesoramiento de pares o aprendían sobre técnicas de alivio del estrés como la meditación.
En el segundo grupo, todos los estudiantes participaron de talleres sobre estos temas, sin interacción con perros. El último grupo dividió su tiempo entre ver a los perros y tomar una versión abreviada de los talleres. Antes y después de que comenzara el programa, los estudiantes también tomaron una prueba que midió su funcionamiento ejecutivo, como la capacidad de pensar en el futuro y planificar metas.
Los investigadores observaron específicamente a los estudiantes con más probabilidades de estar estresados, y encontraron que los que pasaron solo por el programa de terapia con mascotas, mejoraron sus habilidades de funcionamiento ejecutivo, en comparación con los otros dos grupos. Pero lo más destacado es que esas mejoras todavía se encontraban presentes, seis semanas después de que finalizara el programa.
“Para los estudiantes muy estresados, resulta que una intervención bastante informal, centrada en interactuar con los animales, es sorprendentemente más eficaz que compartir una gran cantidad de material basado en la investigación sobre los efectos del estrés. Eso es sorprendente porque podríamos suponer que los estudiantes estresados realmente necesitan mucha de esta información científica”, dijo Patricia Pendry, autora del estudio y profesora asociada en El Departamento de Desarrollo Humano de la Universidad.
Esta investigación es la última en reforzar la reputación de los perros de terapia. La Universidad Estatal de Washington dijo que, durante la pandemia, los hogares de ancianos y los hospitales de todo Estados Unidos no informaron más que cosas positivas sobre los beneficios de sus de mascotas terapéuticos para los residentes y pacientes.
Según Pendry, si bien los perros en estos programas son animales de terapia altamente entrenados, “los servicios que generalmente se brindan en los campus universitarios no deben considerarse terapia”.
Fuente: Clarín
