Luego de haber ocurrido el espantoso filicidio del menor de tres años, empezaron las críticas sobre el rol del estado en el caso y surgió la pregunta de si se podría haber separado a los menores de su familia antes de que ocurriera el desenlace conocido por todos.
Al parecer habría acusaciones cruzadas en el Ministerio de Desarrollo Humano en torno a las responsabilidades que le caben a las autoridades encargadas de contener a los menores que viven situaciones de vulneración y peligro.
En dialogo con la prensa, la ministra Ada Galfré, se refirió al caso Alexis Mamaní y a las responsabilidades en torno a la gestión realizada por el Área de Niñez y Adolescencia.
“Voy hacer los cambios pertinentes en el momento que lo considere oportuno porque vengo evaluando situaciones y entiendo que hay que trabajar en equipo y todos deben cumplir los roles que le corresponden”, expresó la ministra.
El caso llegó a la Secretaría de Niñez y Adolescencia en septiembre del año 2017. Allí tomaron conocimiento de una denuncia por violencia de género.
La madre de Alexis sufría violencia por parte de Ciriaco Mamaní, el padre del menor. A partir de allí se habría activado un protocolo por parte del Área de Niñez y Adolescencia para tener un seguimiento de Alexis y su hermano para determinar cómo los afectaba esa situación de violencia.
Luego el caso pasó a la justicia en el mes de febrero por una denuncia de abuso sexual sobre los menores y en ese ámbito ya no intervino la Secretaría de Niñez y Adolescencia, sino el poder judicial.
Si bien esa área del estado solo podía elevar informes y hacer recomendaciones a la justicia y solo el fiscal interviniente podría haber tomado la decisión de separar a los menores de esa situación, la autocrítica en el Ministerio de Desarrollo Humano, pasa por la lentitud y burocracia con la que actúan algunos agentes del estado en casos de violencia familiar.
