La Cámara Penal decretó la nulidad de la prórroga de la prisión preventiva. Como condición impuso el pago de una fianza de 800 mil pesos que fue pagada en efectivo. Dispuso además que Guerrero tenga prohibido salir de la provincia de Tucumán.
El joven está acusado de haber asesinado a Ana Ríos al empujarla por el balcón del cuarto piso del edificio donde vivía en la ciudad de San Miguel de Tucumán. El hecho ocurrió en abril de 2018 y el principal sospechoso es Guerrero, que desde entonces está detenido.
“En el transcurso de dos horas juntaron el dinero, lo depositaron, y Guerrero quedó libre”, detalló en diálogo con nuestro medio Juan Mussi, abogado que representa a la familia de Ana.
Una vez puesto en el libertad, Guerrero habría vuelto al mismo departamento donde ocurrió el trágico hecho en 2018. “Salvo un cambio de domicilio, todo indica que él está en el departamento de calle San Juan donde ocurrió el hecho”, explicó Mussi.
El abogado explicó que “es inentendible el fallo, porque ya hay uno anterior de la misma Cámara que ya está firme, que establece que Guerrero puede eludir el accionar de la Justicia”.
“Nosotros entendemos que el señor Guerrero hizo todo lo posible para esperar tras las rejas el debate del juicio”, afirmó Mussi que resaltó que el joven no tiene arraigo en la provincia de Tucumán. “Tiene antecedentes y consume estupefacientes”, señaló.
“El señor Guerrero puede entorpecer el accionar de la Justicia, sobre todo cuando está por quedar firme la elevación a juicio por otro hecho de lesiones de 2016”. En esa ocasión, el joven golpeó salvajemente a Ana, la empujó por las escaleras y la arrastró por la calle tirándole del pelo.
En marzo de este año, la Justicia dio por terminada la etapa de investigación penal preparatoria y se espera la elevación a Juicio.
LOS HECHOS
Ana Ríos murió el domingo 1 de abril 2018, tras estar internada en el hospital Padilla en estado delicado desde el viernes anterior. Ese día, pasadas las seis, la joven jujeña, de 26 años, había caído a la vereda de la calle San Juan al 800, de la ciudad de San Miguel de Tucumán, donde vivía su novio Facundo Guerrero, también jujeño.
El principal sospechoso declaró en los primeros momentos de la investigación, según fuentes judiciales, que la chica habría decidido quitarse la vida debido a que estaba deprimida, a raíz de la pérdida del trabajo -era moza de un bar ubicado en Miguel Lillo al 300-, entre otras situaciones. La familia, en cambio, se mantiene firme y afirma que fue un femicidio.
