El viernes último, la defensa de Facundo Guerrero, quien era novio de Ana Ríos y único imputado por la causa que investiga la muerte de la joven, planteó la hipótesis de que el hecho se habría tratado de un suicidio y pidió el cese de detención de su cliente.
Ante este pedido, la familia de Ana Ríos sostiene su pedido de justicia y apunta hacia Guerrero.
“Desde un principio desde que nosotros nos enteramos del hecho sabemos que ella no se mató. Fue femicidio”, indicó Alejandra Aparicio.
Sobre el pedido de libertad, Aparicio sostuvo que la defensa de la familia Ríos, a cargo del doctor Juan Musi, considera que Facundo Guerrero y su entorno puede entorpecer la investigación.
“Ellos están amenazado a los compañeros de Facultad en donde estudiaba mi hija. La madre de Guerrero dijo que tiene una lista con los nombres de cada uno de ellos y que irá contra los chicos”, expresó Aparicio en relación a una denuncia por violencia de género que había realizado la joven jujeña en el año 2016 en contra de su novio, y en ese entonces se encontraba acompañada por sus compañeros.
A pesar de las presentaciones de la defensa de Facundo Guerrero, la causa por el momento está caratulada como “homicidio agravado por el vínculo y por la relación con la víctima”.
NO HUBO AUTOPSIA
La defensa del imputado sostiene que no se realizó la autopsia correspondiente en el cuerpo de la joven y que ello debería haberse llevado a cabo para descartar todas las dudas de las circunstancias de la muerte.
Al respecto, la madre de Ana Ríos manifestó que al momento de la muerte de la estudiante jujeña los médicos sostuvieron que no era necesario realizar un examen cadavérico.
“Mi hija presentaba un corte en la parte de atrás de la pierna producido por un vidrio. También tenía ADN de Facundo Guerrero en las uñas. También él presentaba rasguños en el cuerpo por lo que es evidente que mi hija se defendió ante el ataque”, explicó Alejandra Aparicio.
Por otro lado, la madre de Ana Ríos desmintió que su hija tuviera problemas económicos y que la hubieran despedido del trabajo, que son algunos de los argumentos de la defensa de Guerrero para sostener que la joven habría tomado la decisión de quitarse la vida.
LOS HECHOS
Ana Ríos murió el domingo 1 de abril, tras estar internada en el hospital Padilla en estado delicado desde el Viernes Santo. Ese día, pasadas las seis, la joven jujeña, de 26 años, había caído a la vereda de la calle San Juan al 800, donde vivía su novio Facundo Guerrero, también de Jujuy.
El principal sospechoso declaró en los primeros momentos de la investigación, según fuentes judiciales, que la chica habría decidido quitarse la vida debido a que estaba deprimida, a raíz de la pérdida del trabajo -era moza de un bar ubicado en Miguel Lillo al 300-, entre otras situaciones. La familia, en cambio, se mantiene firme sobre el posible femicidio.
