Claudia Figueroa

Había una vez

Columna de opinión de Claudia Figueroa.

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07-06-2020 19:20

Esta es una historia honesta de personas sencillas, silenciosas, de héroes comunes con gran corazón y un verdadero sentido del compromiso social. Cuando la crisis económica y la pandemia nos oprimen, desde el anonimato ellos han extendido a otros su mano amiga, para quienes necesitaron una voz amiga lo han sido y para quienes se sienten solos son compañía.

Esta columna es sobre el trabajo de Franco Lamas, un vecino de Campo Verde, que hace muy poco se recibió de Instrumentador quirúrgico y de Patricia Martínez, egresada del Secundario de Uquía del que fue reina de los estudiantes del año 2019.

Ellos nunca se han conocido ni tienen referencia uno del otro, Franco vive en la Capital y Patricia en un pueblito del departamento de Humahuaca, él muestra con orgullo el analítico de Instrumentador Quirúrgico y ella egresó del secundario el año pasado, pero ¿qué tienen en común? La respuesta es muy sencilla: ellos se han ganado el cariño y el respeto de la gente que los conoce y que se han contactado con Jujuy Investiga para poner de relieve el amor que estos jóvenes sienten por su prójimo como así también el trabajo que cada uno encaró en la zona donde residen. La empatía con los más necesitados y las ganas genuinas de ayudar sin intereses económicos ni de compromisos políticos.

Cuando comenzó la cuarentena en Jujuy, Franco se organizó con Jorge (su “cómplice” amigo y vecino de Campo Verde) y junto a María, Hugo, Silvia, René y Dominga se pusieron manos a la obra para construir “tapabocas” y entregar de manera gratuita a los vecinos del barrio y de los asentamientos aledaños. Ellos, hicieron todo lo necesario para recolectar materia prima y poner en marcha el improvisado taller de costura que produjo más de 400 tapabocas. Después, salieron a entregar los barbijos casa por casa, donde la gente los recibía con una sonrisa y los despedía con un “muchas gracias”.

Patricia es una reina adolescente que el año pasado represento al Secundario de Uquía en la instancia departamental de la Fiesta de los Estudiantes, oportunidad en que presentó un proyecto de “Construcción ciudadana” junto a los agentes sanitarios Juan, Daniel y Nélida. Hoy, en época de pandemia, lleva adelante esa idea y colabora con el personal del Puesto de salud: construye barbijos que entrega a los abuelitos de la zona, a quienes visita periódicamente para brindarles su compañía y asistencia. Antes de la cuarentena, ya había comenzado a cursar el Profesorado de Historia y la Lic. En Trabajo Social en Humahuaca.

Estas son dos historias de esperanza en medio de la adversidad, dos de tantas que se pueden encontrar en cualquier barrio, en cualquier pueblo, en cualquier comunidad, solo hay que buscarlas, yo estoy segura que si se lo proponen las encontrarán. Es gente sencilla, silenciosa, que tienen el don de saber tejer una red de contención social que contiene a los que no tienen nada, que tienden una mano amiga a otros en medio de la adversidad, que sabe que no hace falta más que voluntad para lograrlo.

...y ustedes ¿ya hicieron su buena obra del día?

Hasta la próxima.

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