Aunque el confinamiento de la cuarentena ha “relentizado” la cotidiana vida social, algunas actividades productivas contenidas en las excepciones nacionales retoman su ritmo.
Las legislaturas provinciales no son la excepción y comenzaron a salir de su letargo imprimiendo presión al Congreso. La Legislatura porteña sesionó con distanciamiento obligatorio; en Mendoza diputados y senadores trabajan de manera virtual; en La Pampa de manera presencial; y en Tucumán retomaron la agenda luego del cierre dispuesto por el contagio de Ricardo Bussi, aunque el escándalo de los diputados que usaron los cubrecaras donados por “Cuarentena Solidaria Tucumán” para los médicos, hizo más ruido que el trabajo en sí.
Otros distritos trabajan para superar la obligatoriedad de ser “presencial”, mientras que en Misiones y Entre Ríos confirmaron que no volverán mientras dure el confinamiento, que podría seguir hasta mediados de mayo. En Salta, San Juan y San Luis, como en Jujuy (ya en cuarentena) los gobernadores iniciaron el año legislativo.
En nuestra provincia los presidentes de los bloques mayoritarios (y los otros también), se expresaron a favor de retomar el trabajo en comisiones y en el recinto, lo antes posible, pero con la renuencia de los empleados legislativos (por cuestiones de seguridad). Aunque con la voluntad mayoritaria de sacudirse la modorra, también volvieron las discrepancias con el oficialismo. Mientras los diputados de la UCR y Primero Jujuy afirmaron que hacen su aporte al fondo solidario creado para hacer frente al coronavirus, los opositores un poco más escépticos (o incrédulos?), decidieron tomar otro camino. Los Justicialistas crearon un fondo de aportes voluntarios (que rondaría medio millón de pesos), con el cual compraron comestibles, elementos de limpieza, tela para construir barbijos y cuanta cosa pudieran para menguar la necesidad de donde la ayuda social no llegaría, o apoyando a los trabajadores de la salud que no contarían con todos los elementos que demandan.
Desde de la izquierda, aseguran que su partido dispone de los aportes de los legisladores para la distribución de elementos a comedores y otros sectores más necesitados.
En lo que coincidió casi todo el arco opositor fue en aprobar el accionar con premura de Morales para implementar el cordón sanitario y preservar la salud en Jujuy, con una suerte de medidas imitadas por muchos, y hasta otras que le valieron cierta popularidad por su abordaje. Pero también comparten la intención de poner a funcionar y a controlar las acciones del Gobierno en consonancia con las disposiciones constitucionales, abordar de inmediato y con carácter de urgente el estado del sistema sanitario provincial, la continuidad de la educación y el costo económico de la retracción y la caída del empleo, además de poner una lupa en el manejo discrecional del ejecutivo y retomar la discusión del endeudamiento provincial, trámite que hasta ahora ha sido una piedra dura de roer para los que no comulga con la política de Morales.
Lo cierto es que los grandes pensadores y líderes mundiales avizoran que la pandemia alterará el orden mundial, orden dónde la política no estará exenta. ¿Los jujeños veremos un verdadero cambio? ¿La política estará a la altura de las circunstancias? ¿El pueblo sentirá el acercamiento de la clase gobernante?
Solo la gente, con el tiempo, tendrá su respuesta a tales interrogantes.
