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por Después de la desafiante derrota en la final de la Copa Libertadores ante Fluminense, Jorge Almirón ha tomado la decisión de renunciar a su puesto como entrenador en Boca Juniors, dejando tras de sí una serie de estadísticas inquietantes. En este artículo, analizaremos los detalles de su gestión y su impacto en el equipo.
La derrota ante Fluminense en la final de la Copa Libertadores fue el punto de quiebre que marcó el fin del ciclo de Jorge Almirón como entrenador de Boca Juniors. Esta renuncia se traduce en un inusual período sin títulos para el club, algo que no ocurría desde hace una década, cuando Carlos Bianchi fue despedido en su tercera etapa.
Jorge Almirón asumió su cargo el 10 de abril pasado y, tan solo dos días después, debutó con una derrota por 1-0 ante San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro. Curiosamente, ese mismo escenario iba a ser el lugar de su regreso para enfrentar la 12ª fecha de la Copa de la Liga, un partido que no llegó a dirigir. Durante su tiempo al mando del equipo, Almirón estuvo al frente en 43 encuentros, con un balance de 17 victorias, 13 empates y 13 derrotas.
A pesar de llegar a la final de la Copa Libertadores, la gestión de Almirón ha estado marcada por una serie de resultados desfavorables en los últimos meses. En los últimos 20 partidos disputados, el equipo tan solo logró tres victorias. Estos números, claramente insatisfactorios para un club de la envergadura de Boca Juniors, han sido un factor determinante en la decisión de la renuncia del entrenador.
