Una historia de nunca acabar. Recordemos que Fernando tuvo unos últimos años complicados en cuanto a las lesiones. Pero esto viene de hace mucho tiempo atrás. Hagamos memoria.
Desde cuando el volante defendía los colores de Real Madrid hasta la actualidad en Boca, Pintita sufrió decenas de lesiones que lo dejaron durante mucho tiempo fuera de las canchas. Con la conducción técnica de José Mourinho, no logró mantener la titularidad por un esguince severo del ligamento lateral de la rodilla izquierda.
En su retorno al país, en el verano de 2013 para jugar en Vélez, su físico continuó fallando y frenando la marcha: por ejemplo, sólo estuvo en 9 de los 29 partidos que disputó el conjunto de Liniers durante los primeros seis meses del año (entre Copa Libertadores y certamen local).
Y en Boca el maleficio se hizo aún más fuerte. Su vuelta al equipo que lo vio nacer futbolísticamente estuvo acompañada por un nuevo desgarro. En la segunda etapa, sufrió las peores lesiones de su carrera: se rompió dos veces el tendón de Aquiles.
Después de seis meses y una nueva intervención quirúrgica, Gago volvió a las canchas de a poco. Primero lo hizo en un partido de Reserva, y de a poco se fue sumando al primer equipo de Boca donde rápidamente se convirtió en figura. Y el domingo, después de dos Superclásicos para el olvido, el volante volverá a salir a la cancha para enfrentar a River.
Con la Selección argentina, Gago entró ante Perú y fue una pesadilla: no jugó más de cinco minutos por una lesión en la rodilla derecha. "Me rompí los cruzados", le dijo a Messi.
Y en el día de ayer, encendió las alarmas en Boca cuando debió retirarse de la práctica tras sentir una molestia en la rodilla derecha, la misma de la que se estaba rehabilitando tras sufrir en octubre pasado la rotura de ligamentos cruzados.
