Este martes se vio sacudido, deportivamente hablando, por el fallo del TAS sobre la eterna final de la Libertadores 2018. Un fallo que ratificó el título de River ante Boca pero que sanciona con dos partidos sin público local a los de Núñez. Una sanción similar a la que le impuso la Conmebol y cumplió en la zona de grupos el año pasado (recibió sin gente a Palestino y Alianza Lima).
La sanción del TAS es inapelable y se suma a la nueva fecha sin gente que le había impuesto la Conmebol por el uso de bengalas en la semifinal 2019 (también contra Boca): de esta forma, si la apelación de River ante Conmebol no prospera, el equipo de Gallardo jugará todos sus partidos de la zona a puertas cerradas.
Este escenario, además de no contar con el apoyo de sus fanáticos, le causará al club una importante pérdida económica que podría llegar a tres millones de dólares de acuerdo a lo que estimaron dirigentes del Millonario.
En el último partido de local en la Copa, justamente ante Boca en 2019, la recaudación fue de aproximadamente 120 millones de pesos, pero por supuesto no se puede comparar la expectativa en un partido así con uno de la primera ronda. Contra el máximo rival, rápidamente se agotaron los 70.074 lugares disponibles.
Como pasó el año pasado, River tendrá el desafío -uno más- de dar ventajas al no poder hacer pesar su localía como debe ser. Ahora le sucederá ante Binacional (11 de marzo), San Pablo (22 de abril) y Liga de Quito (5 de mayo).
Fuente: Olé
