Escenas de desesperación y pánico el lunes en el aeropuerto Hamid Karzai de Kabul, Afganistán, donde los afganos trataban este lunes de huir del Talibán y los diplomáticos extranjeros abandonar el país en aviones militares.
Ya hay al menos diez muertos confirmados en el aeropuerto, luego de que multitud comenzara a treparse por las escaleras de emergencia a las mangas de los aviones para intentar subir, y los militares estadounidenses dispararan al aire para intentar contenerlos.
El Pentágono informó que las fuerzas estadounidenses mataron a dos hombres armados. Hubo también fallecidos producto de la avalancha, entre ellas una jovencita de 14 años. Otras tres murieron tras agarrarse de las alas de los aviones y caer al vacío.
La evacuación se detuvo para poder desalojar a la gente que inunda la pista. Nadie sabe por cuanto tiempo será frenada. Helicópteros Apache de combate tratan de vaciar la pista de gente, que corre detrás de los aviones, al borde del despegue, y los frena.
Es tal el caos que los aviones no pueden despegar de la pista del aeropuerto de Kabul, que fue dividido en una zona comercial y otra militar, de donde deben partir los extranjeros y diplomáticos.
En la comercial están instalados los afganos, pero los aviones han sido suspendidos por orden de la OTAN. La suerte de los afganos, que temen las represalias del Talibán, se esfuma junto al miedo a no poder abandonar el país.
El Comando Central de Estados Unidos se reunió con los líderes del Talibán para urgir que sus combatientes no obstaculicen la evacuación en el aeropuerto.
Caos en la evacuación
Los aviones alemanes y franceses no han podido despegar porque la gente desesperada bloquea la pista, según un vocero de la cancillería alemana.
El embajador de Estados Unidos y su principal staff han partido junto a los diplomáticos. El embajador británico, Laurie Bristow permanece en el aeropuerto, organizando la evacuación y ayudando en el procesamiento de visas de los afganos que se podrán ir.
Solo un pequeño grupo de su staff permanece en el país, con las embajadas mudadas al aeropuerto, para coordinar a los que faltan evacuar: mayoritariamente a los afganos, que fueron sus colaboradores durante los 20 años de ocupación, y un pequeño grupo ha sido seleccionado para darles refugio.
Otros miles, considerados contratistas, no han podido ser seleccionados y tienen terror a su destino con el gobierno talibán instalado en el palacio presidencial.
Holanda está operando múltiples vuelos para rescatar a traductores, personal de la embajada y sus familias. Qatar está evacuando a sus diplomáticos.
Paquistán está colaborando en la evacuación. "Esto incluye a 431 ciudadanos afganos, que trabajan para Dinamarca”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Pakistán, Sah Mahmood Qureshi.
Fuente: Clarín
