Brasil
Tras el balotaje, Falvio, uno de los hijos de Jair Bolsonaro y senador de Brasil, tuiteó que no van a “desistir” de Brasil, aunque sin reconocer directamente el triunfo de Lula. “Gracias a por cada uno que nos ayudó a rescatar el patriotismo, que rezó, fue a la calle, dio su sudor por el país que está funcionando y dio a Bolsonaro la mayor votación de su vida!”, indicó el legislador.
Flavio Bolsonaro, la espada política del presidente en el Senado, es el primer integrante de la familia del jefe de Estado que da declaraciones después de conocerse el resultado de las elecciones del domingo.
Cabe mencionar que la primera dama, Michelle Bolsonaro, publicó un texto bíblico en Instagram y desmintió un distanciamiento con su esposo después que el presidente dejara de seguirla en Instagram. “Siempre juntos”, afirmó.
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Jair Bolsonaro tras el triunfo de Lula da Silva en el balotaje
Desde que las autoridades electorales oficializaron la victoria de Lula con el 50,9 % de los votos, Bolsonaro no se ha pronunciado al respecto, ni tampoco hay constancia de que haya entrado en contacto con el presidente electo.
Bolsonaro, que recibió el 49,1 % de los sufragios, llegó a insinuar que no reconocería el resultado de las urnas en caso de una derrota dentro de su campaña de descrédito contra el actual sistema electrónico de votación, que pareció dejar de lado en la recta final de la campaña. El propio Lula, que asumirá de nuevo el poder el 1 de enero de 2023, tras gobernar entre 2003 y 2010, confesó en la víspera sentirse “mitad alegre y mitad preocupado”.
”Necesito saber si el presidente al que derrotamos va a permitir que haya una transición”, expresó el líder del Partido de los Trabajadores (PT) ante cientos de sus simpatizantes reunidos en la Avenida Paulista, en el centro de San Pablo.
Por el contrario, la victoria de Lula recibió un amplio respaldo institucional en Brasil y fue rápidamente reconocida por toda la comunidad internacional.
Los de este año han sido los comicios presidenciales más ajustados de la historia de Brasil y también han sido los primeros en que un presidente pierde la disputa por la reelección desde que está permitida, en 1997.
