Lily Mae Avant, la nena de 10 años que contrajo una ameba "comecerebros" en Texas, murió este lunes. La joven había quedado internada en coma pero las estadísticas eran pocas alentadoras: el 97% de las personas que se infectan con este parásito fallecen.
A principios de mes, la chica se bañó en el río Brazos y el lago Whitney durante un fin de semana largo en Texas. Fue en uno de estos dos lugares donde quedó infectada por la ameba Naegleria fowleri, conocida como la "ameba comecerebro", un parásito que como su nombre indica se alimenta del cerebro de sus víctimas.
Una semana después, comenzó a sufrir dolor de cabeza y fiebre y se le diagnosticó una meningoencefalitis amebiana primaria.
La salud de Lily se deterioró rápidamente y fue ingresada en un hospital local, luego transferida al hospital de niños Cook, en la localidad de Fort Worth, donde finalmente murió.
El caso provocó una fuerte conmoción en Estados Unidos y su familia recibió miles de mensajes de apoyo en Facebook.
En un comunicado, la familia dijo que Lily Mae se encontraba ahora "en los brazos de Jesús" y agradeció a todos los que les escribieron.
"Las palabras no alcanzan para expresar lo abrumadora que ha sido la semana pasada para nuestra familia. Su amor y apoyo nos ha inundado y nos sentimos increíblemente orgullosos por la cantidad de vidas que nuestra dulce y atrevida Lily Mae ha impactado", dijeron, según el medio local KWTX dijo la familia.
Su escuela también rindió homenaje a la chiquita. "Era una estudiante sobresaliente, pero lo más importante, Lily era una persona increíble y amiga de todos. Era amorosa, amable, respetuosa y tenía un corazón hermoso", afirmó el director de la Valley Mills Elementary School, Mike Kelly.
El departamento de servicios de salud del estado de Texas indicó que "la ameba está presente en agua dulce en todo Texas y en otras partes de Estados Unidos", y precisó que los casos de infección son muy raros.
CÓMO SE MANIFIESTA EN EL CUERPO LA "AMEBA COMECEREBRO"
El extraño organismo unicelular denominado "ameba comecerebros", cuyo nombre científico es Naegleria fowleri, nace en aguas dulces, templadas y estancadas, como lagos, lagunas, estanques, piscinas, aguas termales y canales de riego.
Crece mejor a temperaturas altas hasta los 46°C y puede sobrevivir por períodos cortos a temperaturas más elevadas. La única forma en que la “ameba” entra al cuerpo es a través de la nariz. Posteriormente sube al cerebro y empieza a destruir el tejido cerebral.
Esta infección causa meningoencefalitis amebiana primaria, cuyos síntomas pueden ser similares a los de la meningitis bacterianas. En los siguientes días -entre 1 y 7- aparecen dolores de cabeza, sensibilidad a la luz (fotofobia), fiebre, náuseas o vómitos, rigidez en el cuello, confusión, falta de atención, pérdida de equilibro, convulsiones, y alucinaciones, entre otros.
Hay 30 especies de la Naegleria que viven libremente en la naturaleza, pero solo la fowleri tiene capacidad para actuar como parásito. Cuando la persona se tira en forma brusca al agua, la ameba se pega en las mucosas nasales y el camino desde allí al cerebro es apenas de unos milimetros.
La enfermedad no es contagiosa ni se contrae al beber agua contaminada, aunque es peligrosa: en EEUU, sólo cuatro personas de los 145 casos conocidos sobrevivieron entre 1962 y 2018.
UN CASO EN ARGENTINA
El año pasado se confirmó que este parásito se cobró la vida de un niño de la localidad bonaerense de General Alvear. El chico sufrió cefaleas y vómitos después de nadar en una laguna de Vedia, cerca de Junín, además de fotofobia y sonofobia, en febrero de 2017 pero los investigadores no confirmaron la noticia sino hasta un año después de investigaciones.
La Sociedad Internacional de Enfermedades Infecciosas (ISID) informó que se trató del primer caso de meningoencefalitis amebiana primaria (MAP), una enfermedad causada por el parásito Naegleria fowleri. D.S.
