Internacionales

Se retira el hombre del "brazo de oro": salvó a 2,4 millones de bebés

La sangre de James Harrison fue usada para desarrollar una vacuna que salvó incontables vidas. Nunca le gustaron las agujas y realizó su última donación luego de 63 años de "aportes" semanales.

091dc07705584b6f472a78d0c94a6122_XL
091dc07705584b6f472a78d0c94a6122_XL

16-05-2018 10:26

Cuando tenía 14 años, James Harrison se despertó de una complicada operación: le retiraron un pulmón y necesitó 13 unidades de sangre. Desde entonces, prometió que donaría plasma cada vez que puediera. Su palabra fue cumplida con honores: rompió el récord Guinness y ayudó a salvar a un estimado de 2,4 millones de bebés.

Su carrera caritativa comenzó en 1954. Nunca le gustaron las agujas, pero cerraba los ojos y trataba de ignorar el dolor. El destino lo hizo coincidir con una extraña serie de muertes de bebés en Australia: algunos fallecían antes del parto y muchos otros nacían con defectos cerebrales.

"Miles de bebés morían cada año y los médicos no sabían por qué, fue horrible", recordó Jemma Falkenmire, de la Cruz Roja australiana.

Los estudios determinaron que las víctimas sufrían de una enfermedad denominada HDN, que ocurría cuando una mujer de factor de sangre negativo tenía un bebé con alguien de factor positivo. La incompatibilidad causaba que la madre rechace los glóbulos rojos del feto.

Sin embargo, los médicos también descubrieron que la enfermedad también podía ser tratada si la madre era inyectada con un raro anticuerpo, uno que corría por la sangre de alguien que solía donar con frecuencia: James Harrison.

“Me pidieron que sea su conejillo de indias", recordó Harrison, en entrevista con el Sydney Morning Herald. Los investigadores lograron desarrollar una vacuna, llamada Anti-D, a partir del plasma donado, y fue administrada por primera vez hace 51 años.

Según estimaciones oficiales, el 17% de las mujeres embarazadas en Australia requiere la inyección, por lo que se calcula que Harrison ha ayudado a salvar la vida de 2,4 millones de bebés en el país, incluidos sus propios nietos. "Cada ampolla de Anti-D tiene a James en ella", aseguró Robyn Barlow, el coordinador del programa que halló a Harrison.

"Probablemente mi único talento sea donar sangre", declaró con humildad en una entrevista para la CNN. En 2003, batió el récord como la persona con más donaciones de sangre en el mundo y fue apodado como "El hombre con el brazo de oro".

Aunque señaló que no tenía pensado "retirarse", llegó el día de ponerle punto a su historial de solidaridad. La semana pasada, a los 81 años (por encima del límite oficial) realizó su último viaje a un centro de donación.

Como siempre, apartó la mirada cuando la aguja se insertó en su brazo. A su alrededor, cuatro globos marcaba la impresionante cifra de 1.173 donaciones. Varios padres que se beneficiaron con el tratamiento se acercaron para acompañarlo y agradecerle una vez más su aporte.

Temas relacionados Internacionales Principal