Javier Pinto es el presidente de la Asociación Jujeña de Masajistas, una de las pocas del país, según dijo, que cuenta con personería jurídica y trabaja activamente en lograr beneficios para sus miembros.
En ese sentido, comentó que en Jujuy ya presentaron cuatro proyectos de ley para regular la actividad pero “ninguno fue tomado en cuenta” por los diputados.
Desde la entidad solicitan ser recibidos por la comisión de salud para lograr, al menos, el compromiso de los legisladores y “que se pueda regular la profesión”, cuestión que les permitiría a los masajistas jujeños trabajar con obras sociales e incluso aspirar a la apertura de una carrera terciaria.
“En Jujuy hay entre 3.500 y 4.000 masajistas”, expuso Pinto y dijo que aunque la mayoría está inscripta en el monotributo, no son reconocidos como trabajadores de Salud.
“Del masaje dependen muchísimas familias, cabezas de familia que viven del masaje, gente que puede llevar el pan todos los días a su casa gracias al masaje. Apelamos a la empatía de los señores legisladores”, manifestó.
Si bien al día de hoy los masajistas jujeños pudieron volver a realizar su trabajo, durante el confinamiento estuvieron sin ingresos debido al parate total de la actividad.
Y la situación a nivel país no es diferente, quizás incluso peor, ya que la demanda por la regulación data desde hace 25 años y tampoco tienen ninguna respuesta.