Los jujeños cumplimos el aislamiento obligatorio y permanecemos el mayor tiempo posible en nuestros hogares respetando las disposiciones que buscan preservar la salud de la comunidad y evitar la propagación del coronavirus.
Si bien este contexto no es el óptimo para las personas porque no podemos disfrutar del aire libre o hacer algunas actividades cotidianas, hay espacios y otros habitantes del planeta que sí se ven beneficiados por el retiro de los seres humanos: los espacios públicos verdes y los animales están en su esplendor.
Esta situación, que se repite en todo el mundo, se aprecia en un lugar urbano pero que representa un pequeño pulmón verde en el medio de la capital jujeña: la Plaza Belgrano amanece impecable con su césped sin residuos y sus árboles aún frondosos a pesar del otoño.
Es para destacar también la tarea que lleva adelante la dependencia Espacios Verdes de la Municipalidad, que trabaja en el cuidado de los sectores y en su embellecimiento.
La naturaleza parece estar mostrándonos día a día la necesidad de que la cuidemos y respetemos. Será una lección que tendremos que aprender y poner en práctica una vez que volvamos a la ansiada normalidad.
