Como todos los años, el tradicional Pesebre Tolaba abrió sus puertas para los niños y jóvenes de la provincia. En esta ocasión, más de 100 jujeños forman parte del grupo que recorrerá las calles capitalinas adorando al niño Jesús.
HISTORIA DEL PESEBRE TOLABA
El pesebre más antiguo de la provincia se creó en el año 1885 y lleva el apellido de su fundador, Don Toribio Tolaba.
En aquellos tiempos Don Toribio decidió armar un sitio de adoración para la imagen de un “niñito” que le regaló una familia llegada de Cuzco, Perú. En un primer momento, construyó el pesebre en la zona donde actualmente se encuentra Tribunales, luego se trasladó al terreno de Casa de Gobierno, y así sucesivamente se fue reubicando en históricos sitios del casco céntrico.
Así transcurrió el tiempo hasta que Toribio Tolaba decidió hacerle una promesa al niño Dios: si conseguía un terreno fijo para vivir, lo primero que haría sería construirle un pesebre y una capilla que los resguardase.
El terreno lo consiguió al lado del arroyo Los Suspiros del Barrio Chijra. Era todo un sembradío, no había más que una pieza en la que dormía Tolaba y el la imagen de Jesús. Pese a las adversidades, como lo había prometido Toribio, lo primero que se construyó fue la capilla y con la ayuda de su primo, Evaristo Condorí, terminan la obra en 1928 aproximadamente.
De a poco y con esfuerzo Tolaba construyó luego su casa familiar y comenzaron a adorar en el pesebre, donde sus nietos y bisnietos fueron los encargados de continuar con la tradición.
Actualmente el pesebre es visitado asiduamente por todos lo que pasan por la avenida Mosconi, mientras cientos de jóvenes con sus trajes celestes y blancos, adoran y realizan la “danza de las trenzas” y en la galería adoran al ritmo de villancicos.
Cabe destacar que allí también se encuentran antiguas fotos de los primeros adoradores, como así también imágenes de los miembros de la familia Tolaba.
