Los trabajos de conservación y protección de la fauna jujeña continúan sin cesar. En este caso, se trata de una corzuela parda juvenil que fue rescatada.
El nombre científico de esta corzuela es Mazama Gouazoubira que fue rescatada y rehabilitada por el equipo técnico del CAFAJu, y al contar con el alta médica y biológica, fue liberada en su hábitat.
La especie está presente en ambientes naturales, en numerosas áreas protegidas y aún en paisajes severamente degradados y hasta transformados, presumiéndose además un tamaño poblacional grande.
Si bien su hábitat original se encuentra muy fragmentado, en especial en la región chaqueña y el espinal, es capaz de sobrevivir y reproducirse en fragmentos y en la matriz agrícola. Es una especie muy cazada en todo su rango de distribución, pero a pesar de esto, persiste y se recupera rápidamente en cuanto la presión disminuye.
Características de la corzuela parda
Especie con cerca de 1 m de longitud y 68 a 70 cm de altura. Presenta coloración acanelada y cuerno recto y aguzado como un puñal, con aproximadamente 12cm de longitud.
Especie diurna, terrestre, vive generalmente solitaria, pero eventualmente son avistadas en parejas. Astuta y traicionera, cuando es cazada acostumbra correr y volver por el mismo camino, dejando a los perros desorientados sin encontrar salida al final del sendero recorrido, o inclusive pasa por lugares frecuentados por ganados, gallinas y animales domésticos, para confundir su olor con el de estos animales.
Herbívora y se alimenta de frutos, flores, gramíneas, hongos, leguminosas, y otros tipos de arbustos o hierbas.
Su período de gestación es de cerca de 280 días, con nacimiento de una cría.
