Juan Víctor Aramayo, padre de Romina, la joven oriunda de Libertador que fue encontrada asesinada en abril de 2014, falleció luego de que sufrir un marcado desmejoramiento en su salud en los últimos días.
El hombre que luchó incansablemente buscando Justicia por su hija, había sido trasplantado del corazón, por lo que su salud era delicada desde hace varios años. Falleció anoche en Buenos Aires, a donde había viajado para realizarse un control.
"No quiero morir y que mi hija no tenga justicia" había manifestado en una de tantas entrevistas a nuestro medio.
La noticia la dio a conocer una de su hija mediante un posteo en las redes sociales.
Juan Víctor era una persona reconocida en Libertador. Se desempeñaba en el ámbito del fútbol infantil y también practicaba el atletismo, aún después de haber sido trasplantado.
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LOS HECHOS
Romina Aramayo desapareció el 4 de abril de 2014 y su cuerpo fue hallado el 9 del mismo mes en inmediaciones del dique Los Molinos en San Salvador de Jujuy.
La joven era explotada sexualmente en un cabaret conocido como Wolf Nigh, en Alto Comedero, y se cree que su crimen tiene relación con un negocio de trata de personas del que también participaban algunos miembros de la fuerza policial.
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La causa luego de más de cuatro años de investigación estuvo a cargo primero del fiscal Carlos Farfán, quien durante el transcurso del tiempo en que estuvo al frente del caso recibió duras críticas por parte de la familia de la joven por irregularidades en su tarea.
Farfán luego fue apartado de la investigación del femicidio de Romina Aramayo, por decisión del fiscal general Sergio Lello Sánchez, sospechado de haber ocultado pruebas y de no avanzar en la causa.
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La causa posteriormente pasó a manos del fiscal Diego Cussel y luego éste por encontrarse comprometido con causas de envergadura que involucran a Milagro Sala (causa “Pibes Villeros”, “Megacausa” y “Balacera de Azopardo”), trasladó su tarea al fiscal Alejandro Bossatti quien avanzó en la caso, ordenando la detención primero de Zapana y luego de Alemán.
