El pasado 19 de agosto, la justicia tucumana condenó a la pena de prisión perpetua a Facundo Guerrero por hallarlo responsable del femicidio de Ana Ríos.
La lectura del fallo se conoció pasadas las 14 horas mientras se realizaba una concentración en las puertas de los Tribunales, una movilización convocada por familiares y amigos de Ana Ríos.
Alejandra Aparicio, mamá de Ana, dialogó con La Mejor Mañana de AM630-Lw8 e indicó: “El dolor no va a pasar nunca, eso lo voy a llevar por siempre, pero el saber que él ahora empieza a pagar lo que le hizo a mi hija es un alivio, es un bálsamo para mi alma”.
Luego Alejandra agregó: “Me siento tranquila, muy feliz por la sentencia. Es lo que nuestro abogado pedía y saber que un femicida está encerrado es un orgullo para todas las mujeres porque una persona con esos rasgos psicópatas, no puede estar en la calle”.
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Al ser consultada sobre si Ana había comentado algo de la violencia que Facundo ejercía sobre ella, Alejandra explicó: “Ella nunca nos dijo nada, ella lo ocultó. Yo sé que ella lo hizo por miedo porque ella estaba sola en Tucumán, no tenía a quien recurrir y pedir auxilio. Ella incluso trataba de proteger a sus amigas porque él la amenazaba mucho con hacerles daño, entonces para ella lo mejor era callarse”.
Cómo se conocieron Ana y Facundo
Alejandra indicó que los jóvenes que conocían desde hace varios años ya que habían sido compañeros del secundario, momento en el que iniciaron una relación.
“Ellos eran compañeros de la secundara, del colegio Blas Pascal, ellos se conocían muy bien. Nosotros siempre lo recibimos en casa, él la buscaba acá, pero después del primer episodio que fue en el 2016 él se alejó, pienso que por vergüenza, y ya no quiso volver a la casa y yo tampoco lo dejaba entrar”, aseguró.
La defensa de la familia Guerrero
En otro tramo de las declaraciones, la madre de Ana Ríos detalló que “la familia de él en ningún momento se acercó. Incluso la madre hizo por Facebook falsas acusaciones para insultarme e insultar el honor de mi hija. Me hizo llegar carta documento para que yo deje de publicar cosas, yo publicaba fotos de mi hija y eso le molestaba a ella. Tanto ella como el doctor Humberto Guerrero me mandaron carta documento para silenciarme”.
"Jamás se acercaron, al contrario tuve que soportar los gestos de ella que me hacía en Tribunales. Todo el tiempo fueron gestos de insultos y burla”, expresó Alejandra.
El dolor continúa
Finalmente Alejandra indicó que su hijo y los recuerdos de Ana son los que la ayudan a continuar. “Después de lo que pasó con Ana, dije que no me iba a deprimir porque yo soy la voz de mi hija, yo soy la que tengo que hablar y demostrar que todo lo que decían era mentira. Me mantuve en pie por ella y su memoria. Ella me dio fuerzas y sentí que estaba todo el tiempo a mi lado”, finalizó.
