Con la presencia del Gobernador de la provincia, Gerardo Morales, quedó inaugurado este domingo el tramo que une a las localidades de Santa Ana y Valle Grande, completando así el circuito de la Ruta Provincial 73, que va desde Humahuaca hasta Libertador General San Martín.
“Sigamos conectando a los pueblos, garantizando igualdad, para lo cual necesitamos un gobierno presente y un Estado de pie para llevar políticas públicas y desarrollo a todos los jujeños”, expresó el mandatario provincial al momento de la inauguración.
Anticipando los próximos desafíos para el corredor, Morales indicó que será uno de los circuitos más importantes de Jujuy, con los mejores paisajes y toda la cultura. “Es el más intenso en todos los sentidos”, dijo.
Por esta razón planteó la necesidad de avanzar hacia el mejoramiento integral de los servicios, en particular las condiciones de seguridad vial en todo el trayecto.
“Esto generará otras alternativas a la gente, puesto que el turismo es oportunidades, es progreso y desarrollo”, señaló y apuntó que “allí radica la importancia de seguir viviendo en paz, sin cortes de ruta, privilegiando la cultura del respeto y del trabajo”.
Asimsimo, anunció que el año que viene comienza la construcción de la ruta que va por Alonzo y Yala de Monte Carmelo, la cual llegará directamente a Caspalá y Santa Ana, conectando las Yungas.
“También tenemos el camino de San Lucas hasta San Francisco que lo debemos hacer. Sigamos consolidando esta forma de vivir, luchando codo a codo para resolver nuestros problemas”, finalizó.
DETALLES DE LA OBRA
El tramo inaugurado de la Ruta Provincial 73 comienza en Santa Ana y llega luego de 24 kilómetros a Valle Colorado. En el campamento vial en Santa Ana estuvieron apostados 20 trabajadores desde 2017, quienes se encargaron del trabajo con 2 retroexcavadoras, 2 camiones, 2 carretones y 2 palas cargadoras, además de tareas para la estadía en el campamento.
Los equipos de la Dirección Provincial de Vialidad realizaron toda la geometría y el trazado del camino desde Abra del Valle, donde ya existían 4 kilómetros aproximadamente de camino construidos y que no habían sido mantenidos, informó el ministro. Para seleccionar el trazado de la ruta, hubo recorridas de la zona con la comunidad que acompañó el proceso integral de obra, luego se planificó y diseñó el camino, siempre teniendo en cuenta el resguardo arqueológico y garantizar las condiciones ambientales para que el camino no se degrade.
Retirar los sedimentos a un depósito hubiera implicado 20 kilómetros de camiones cargados en una ruta en pleno proceso. Para evitar eso, toda la tarea se realizó con volcamiento lateral, siempre teniendo en cuenta que ese volcamiento no afectara a los productores de quinoa de la zona.
El presidente del directorio de la DPV, Hugo Montaño, informó a su turno que “también se tomaron las precauciones necesarias para realizar la protección de los vestigios arqueológicos del QhapaqÑan - “Camino Del Inca”, por lo que en un punto se realizó un corte cajón en el cerro que permitió su protección”.
“El camino transita diferentes alturas, entre los 2.000 y 3.300 metros de alturas”, detalló Montaño. Asimismo, contó que “en el Kilómetro 18 los equipos viales no pudieron continuar los trabajos con las maquinarias y se dispuso la contratación de una empresa especializada en voladuras, el único servicio que se contrató. Específicamente el sector se denomina “Callejón Blanco” por las piedras macizas de esa tonalidad que conforman la serranía”.
