La Universidad Nacional de Jujuy (Unju) continúa con algunas dificultades en su funcionamiento a causa del recorte presupuestario que sufrieron a principio de año con las políticas implementadas por el Gobierno de Javier Milei. Si bien las autoridades indicaron que la situación no es “tan grave y apremiante” como a principio de año, todavía es preocupante.
En diálogo con Somos Jujuy, Liliana Bergesio, vicerrectora de la Unju, explicó que si bien el Gobierno nacional reconoció un retraso en el presupuesto del 270%, lo estimado por las universidades es del 300%, por lo que todavía hay una diferencia que perjudica el presupuesto de las casas de estudio.
“Los gastos de funcionamiento representan cerca del 5% del presupuesto, pero es una parte central del presupuesto”, indicó Bergesio y agregó “con eso se paga luz, agua, gas, impuestos municipales, gastos de traslado que son imprescindibles ya que nosotros tenemos sedes en toda la provincia”.
La docente e investigadora de la Unju señaló que “si bien estamos muy cerca de ese 300% que estimamos nosotros de retraso, todavía tenemos pendiente una actualización para llegar a ese 270% que dispuso el Gobierno”, por lo que el funcionamiento “tiene dificultades y hay muchas reducciones. Estamos pudiendo sostener el funcionamiento mínimo y básico, pero nada más”.
En este sentido, expresó: “nosotros seguimos en emergencia presupuestaria en la Universidad Nacional de Jujuy “.
Bergesio explicó que la Unju tiene un fuerte déficit, por lo que “hemos reducido al mínimo lo que son los gastos de movilidad” y especificó que “no estamos pudiendo apoyar a nuestros docentes investigadores en viajes para ir a congresos, dictar conferencias, ni estamos trayendo docentes a dictar conferencias, charlas ni capacitaciones, porque en este momento no lo podemos solventar”.