Liga Profesional de Fútbol

River ganó el Superclásico y armó una fiesta en el Monumental ante Boca

El local se impuso 2-1 con un doblete de Julián Álvarez. Marcos Rojo fue expulsado y descontó Zambrano. El aforo pareció superar largamente el 50%.

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03-10-2021 19:00

River lo hizo de nuevo ante Boca y se llevó otra vez el Superclásico en el Monumental, con el regreso del público a los estadios tras el levantamiento de las restricciones por la pandemia de coronavirus. Unos 36.000 hinchas del Millonario podían asistir al estadio para el duelo entre el conjunto a Marcelo Gallardo y los dirigidos por Sebastián Battaglia. Pero dio la sensación de que hubo varios más...

El partido comenzó friccionado y con pierna fuerte, con ambos equipos dispuestos a no regalar un centímetro en un duelo que para el local es determinante (si gana será líder en soledad, al menos hasta que el lunes juegue Talleres de Córdoba ante Defensa y Justicia) y también lo es para la visita, no solo por el valor del clásico en sí sino también pensando en la tabla anual que clasifica a las copas.

Y el Millonario aprovechó la expulsión temprana de Marcos Rojo para empezar a armar una fiesta. A los 25 minutos, Julián Alvarez tomó la pelota en tres cuartos de cancha, cambió de ritmo, frenó y pasó la pelota de izquierda a derecha para clavar el primero de River, tras una mala respuesta de Agustín Rossi.

Para entonces Sebastián Battaglia, quien había apostado por un equipo con experiencia y prescindió casi de todos los juveniles que habían tenido buenas actuaciones en el último tiempo (Agustín Sandez, Aaron Molinas, Rodrigo Montes, por citar algunos ejemplos) se veía en la obligación de retocar el equipo para rearmar la defensa: metió al peruano Carlos Zambrano y resignó la presencia en cancha de Edwin Cardona para quedar parado con un 4-4-1.

Pero todo se le seguiría complicando a Boca. El propio Rossi sería en cierta forma también responsable del segundo grito del local. Es que, tras un mal despeje, la pelota cayó en los pies de Milton Casco y este cedió para el pibe Simón (apuesta de Gallardo para este partido), que le puso la pelota en el pie a un Alvarez que solo tuvo que empujarla. Así, el equipo de Gallardo se puso 2-0.TwitterTwitter

La segunda etapa no mostró diferencias sustanciales. Boca, golpeado duramente, dos goles abajo y con un hombre menos, nunca supo (¿o directamente no quiso por temor a la goleada en contra?) cómo hacer para llegar al descuento. Siempre fue River el que se evidenció más cerca de aumentar la ventaja, algo que bien pudo haber hecho en más de una ocasión. Carrascal lo tuvo mano a mano y resolvió mal, y el pibe Simón se encontró con el cuerpo de Izquierdoz.TwitterTwitter

Casi que los últimos diez minutos, como en esos partidos homenaje, estuvieron hechos para que llegaran los aplausos: así les ocurrió a Matías Suárez y a Leonardo Ponzio, quienes ingresaron bajo una lluvia de reconocimientos por parte de los hinchas cuando Gallardo decidió mandarlos a la cancha en lugar de Álvarez (lógicamente ovacionado en su salida) y Carrascal.