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A un año del asesinato de Fernando Báez Sosa

Está lista para ir a juicio la causa contra los ocho rugbiers por el crimen cometido en Villa Gesell.

Baez-Sosa
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18-01-2021 06:36

Este lunes se cumple un año del asesinato de Fernando Báez Sosa, el adolescente atacado por un grupo de jugadores de rugby a la salida del boliche Le Brique, en el balneario de Villa Gesell.

El crimen, calificado como “homicidio doblemente agravado por su comisión con alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas” dejó marcada una herida irreversible en los familiares y amigos de Fernando, y una fuerte conmoción en la sociedad.

A un año de haber perdido a su único hijo, Graciela Sosa y Silvino Báez se reunieron con el Presidente Alberto Fernández, y esperan el juicio donde se definirá la condena de los responsables.

Luego de diez meses de una intensa investigación, en noviembre la fiscal Verónica Zamboni, quien siguió la causa desde el primer momento, presentó ante el juez David Mancinelli, a cargo del Juzgado de Garantías de Villa Gesell, la requisitoria de elevación a juicio contra los ocho imputados, jugadores de rugby en el club Náutico Arsenal Zárate: Máximo Pablo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Franco Benicelli, Blas Cinalli, Ayrton Viollaz, Lucas Pertossi y Luciano Pertossi.

El pedido se deriva del análisis de casi un centenar de pruebas (la autopsia, peritajes a los celulares de los imputados, peritajes en el lugar de los hechos y otros sobre las prendas de los imputados tanto como de las víctimas, declaraciones testimoniales, registros fílmicos y fotográficos, informes de diferentes organismos y muestras de ADN), con las que la fiscal pudo determinar la participación que cada uno de los imputados tuvo en el ataque que terminó con la muerte de Báez Sosa.

Los diez rugbiers que se encontraban esa noche en Le Brique se sacaron una selfie esa misma madrugada, después de haber dejado muerto al adolescente porteño frente al boliche, donde se los ve sonrientes y con los pulgares hacia arriba. También fueron a desayunar a un local de comida rápida, y en el grupo de Whatsapp intercambiaban mensajes donde decían que la víctima “caducó”, y festejaban “ganamos”.

La organización del crimen

Según el relato de Zamboni, basado en las declaraciones, la agresión comenzó dentro del boliche, cuando Báez Sosa, junto con tres amigos, se encontraba en la pista de baile escuchando el recital del trapero Neo Pistea, y por accidente rozó a uno de los agresores.

“Fernando levantaba el dedo como que no había pasado nada”, relató en su declaración uno de los amigos de Fernando y advirtió que “este muchacho mientras se retiraba lo seguía mirando feo a Fernando”. Más tarde, camino al baño del boliche, uno de los amigos de Báez Sosa se encontró nuevamente con uno de los agresores, con quien tuvo “un choque por la cantidad de gente que había”, según declaró frente a la fiscal.

El choque dio lugar a una serie de “manotazos”, que Fernando intentó detener y que fueron el detonante que llevó a los encargados de seguridad del boliche a sacar a ambos grupos del establecimiento.

Según declaró el mismo amigo de Báez Sosa, quien recibió un golpe en la boca cuando intentó defenderlo de los golpes y patadas de los rugbiers, en varias oportunidades solicitaron ayuda a los encargados de la seguridad del boliche, quienes “estaban todos mirando, pero nadie se acercaba”.

En el texto de la requisitoria a juicio, que deberá considerar Mancinelli, la Fiscalía afirma que, una vez afuera del local, los imputados “acordaron darle muerte” al adolescente de 18 años, y para lograrlo se organizaron en dos grupos: los primeros cinco (Thompsen, Comelli, Cinalli, Benicelli, y Ciro Pertossi) fueron quienes abordaron por detrás a la víctima, dejándolo indefenso, mientras que los otros tres (Viollaz, Lucas y Luciano Pertossi) posibilitaron el delito ya que, además de encerrar a Báez Sosa, “agredieron físicamente a los amigos de Fernando” que “pretendían ayudar a la víctima”. Las lesiones leves contra los amigos de Fernando también fueron incluidas en la acusación de la Fiscalía.

Tras el dictamen del fiscal general de Dolores, Diego Escoda, quien se mostró conforme con el planteo de la fiscal Zamboni, el juez Mancinelli pidió la intervención de las partes (el particular damnificado y la defensa) de las que hasta ahora respondieron únicamente los abogados que representan a la familia Báez Sosa, Fernando Burlando y Fabián Améndola, mientras que la defensa de los ocho imputados, en manos del abogado Hugo Tomei, todavía no se comunicó con el Juzgado.

“En menos de seis meses tenemos juicio”, aseguró a este diario el abogado Burlando, quien destacó el desempeño de la fiscal: “Fue un trámite acelerado teniendo en cuenta la cantidad de detenidos”, expresó y aseguró que la familia de Fernando “pasó unas fiestas muy angustiantes”.

El 18 de diciembre Graciela Sosa publicó en sus redes sociales que si su hijo estuviera vivo, “ya hubiésemos armado el arbolito y pensaríamos qué haríamos la Nochebuena. Qué triste es nuestra vida”, escribió la mujer, que desde hace un año pide “Justicia por Fernando”.

“Por culpa de esos asesinos nos dejaron sin nada”

Graciela Sosa, la madre de Fernando Báez Sosa, el joven asesinado por un grupo de rugbiers en Villa Gesell el 18 de enero de 2020, volvió a justicia para su hijo ayer domingo. Lo hizo al hablar durante un acto en el Parque Rivadavia, en el barrio porteño de Caballito, donde la familia y los amigos de Fernando organizaron una colecta solidaria de alimentos y útiles escolares a casi un año de su muerte.

En un breve discurso y acompañada por su esposo y padre de Fernando, Silvino Báez, dijo que seguirá adelante con su reclamo hasta que se haga justicia.

“Tratamos de salir adelante porque no puedo abandonar el caso de mi hijo”, sostuvo. Y afirmó: “Debo ser fuerte para que se haga justicia por él”.

Graciela dijo que “un año atrás, mi hijo me llamaba y estaba feliz en Villa Gesell. Y sin embargo -siguió- hoy no está conmigo, ya no puedo darle un abrazo. Mi hijo no está, nunca volverá”.

“Jamás volveré a abrazarlo y besarlo y hablar con él ni compartir el Día de la Madre ni las fiestas navideñas, ni Año Nuevo, ni nada. Por culpa de esos asesinos. Lo dejaron sin nada”, indicó.

Fuente: Pagina 12

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