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JUICIO

Ambulancista que asistió a Fernando Báez Sosa: "No tenía movimiento respiratorio y no tenía pulso"

En la jornada de hoy declaran ambulancistas, forenses y funcionarios judiciales del caso.

Crimen Fernando Báez Sosa: los rugbiers sin barbijo en la 6ta audiencia
Crimen Fernando Báez Sosa: los rugbiers sin barbijo en la 6ta audiencia

Somos Jujuy por Somos Jujuy | 09-01-2023 11:36

Estaba estipulado que la sexta audiencia, se reanudara en la jornada de hoy a partir de las 9 de la mañana, pero estuvo retrasada. 

El juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, el joven asesinado en 2020 a la salida del boliche Le Brique en Villa Gesell se reanudó pasada las 10 de mañana y está estipulado que declaren peritos de rastro, químicos y el médico que le hizo la autopsia al cuerpo del joven de 18 años.

Los imputados ingresaron a la sala a las 10:34 y tras sentarse, rodeados por la custodia de rigor del SPB, los ocho rugbiers se quitaron los barbijos, tal como lo habían hecho la semana pasada, Máximo Thomsen fue el primero en hacerlo.

El barbijo no es obligatorio dentro de la sala de audiencias. Fue requerido por el Tribunal N°1 presidido por la jueza Claudia Castro en la primera audiencia. En cambio, si es parte del protocolo de traslado del SPB.

Carolina Silvana Giribaldi Larrosa, la médica ambulancista que llegó al lugar del hecho, es la primera testigo en declarar.

Giribaldi Larrosa es médica generalista y emergentóloga desde hace 18 años en el Hospital municipal de Villa Gesell. Ante el tribunal, contó que la madrugada del 18 recibió un llamado al 107 a las 5 dando aviso sobre "un masculino inconsciente en la vía pública". "Fuimos en ambulancia y encontré a este joven sin signos vitales. Estaba siendo asistido por personal. No identifiqué si era de los bomberos. Le estaban haciendo RCP. Le había colocado un DEA. Se trata de un desfibrilador automático muy sencillo de utilizar", afirmó. La ambulancia, según ella, tardó entre siete y nueve minutos en llegar.

Consultada acerca de cómo se constató que Fernando no tenía signos vitales, la mujer respondió: "No tenía movimiento respiratorio y no tenía pulso".

En el viaje al hospital, contó, se le continuó practicando RCP y con oxígeno porque no tenía signos vitales.

Así, el fiscal Dávila le preguntó por los protocolos aplicados en estos casos. La testigo afirmó que se debe practicar RCP por 40 minutos.

"Yo le hago la constatación de los signos vitales entre las 5.07 o 5.09. En ese momento el desfibrilador externo automático (DEA) informó: 'Paciente en asistolia. Continúe el masaje cardíaco'. Cada vez que me detenía para ver el monitor, es decir, si había alguna respuesta del corazón, el aparato volvía a decir lo mismo. Cuando el paciente está en asistolia, el DEA no dispara. Recién lo hace cuando se recupera el ritmo. Si eso hubiera pasado el DEA lo hubiera censado e indicado que me alejara para volver a un ritmo normal", explicó la testigo. También, refirió que el DEA que usó era de los bomberos.

"Lamentablemente no hubo ninguna respuesta. Cuando llegué al hospital hice el pase del paciente a otra doctora, Silvia Romero, que lo estaba esperando en shockroom", siguió.

El fiscal le pregunta por la lesión en el cráneo de Fernando, descrita por el forense Duarte en la autopsia. La testigo dice que cuando hay una hemorragia cerebral masiva no hay posibilidad de sobrevivir. "El tronco encefálico es fundamental. El paro cardíaco irreversible: se puede estimular el corazón manualmente, pero no tiene estímulo propio. Lo mismo pasa con el sistema respiratorio. Es imposible que alguien sobreviva si tiene una lesión en un centro respiratorio o cardíaco", siguió.

No se pudo volver a aplicar el desfibrilador, afirmó. "Básicamente, nunca se pudo aplicar porque el aparato sirve cuando el corazón vuelve a funcionar", aseguró. 

Consultada sobre el estado de la víctima, sostuvo: "Tenía manchas de sangre en la nariz y la boca, pero no era abundante. No tenía camiseta, sí pantalón. Estaba tendido en el suelo y había mucha gente alrededor. Nadie me explicó qué era lo había sucedido". Sobre las lesiones en rostro y cuello de la víctima, la testigo dijo que eran hematomas grandes y longitudinales. "Se veía una marca atípica, rara, en forma de zigzag del lado de la mejilla", dijo en referencia a la lesión compatible con la zapatilla luego atribuida a Máximo Thomsen.

Llegado el turno de preguntar de Hugo Tomei, el abogado defensor quiso saber cómo estaba equipada la ambulancia y cuántas personas habían subido en la camilla a Fernando.

La testigo respondió: "La ambulancia tenía un respirador, un tubo de oxígeno, un DEA -que no se usó en este caso-, un maletín con medicación y elementos que se usan, como gasas. Fueron varias personas las que lo tomaron. Estoy segura de que el chofer, otro bombero más que reconocí porque es chofer del hospital y la enfermera. Al menos esas tres personas, estoy segura", contestó. 

Giribaldi, en cambio, no fue consultada ni expresó el momento exacto en que Fernando fue pronunciado legalmente sin vida.

Fuente: Infobae