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CASO BÁEZ SOSA

Cuál es el rol que cumple Emilia Pertossi, la abogada que defiende a sus hermanos

La joven de 25 años ayuda al letrado Hugo Tomei durante el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa. Participa en cada una de las audiencias y charla con los acusados, aunque no habla durante el debate.

Emilia Pertossi
Emilia Pertossi

Somos Jujuy por Somos Jujuy | 12-01-2023 11:25

Dos semanas atrás, Emilia Pertossi mantenía una vida familiar privada y se preparaba para el inicio del juicio a los rugbiers acusados de haber asesinado a golpes a Fernando Báez Sosa el 18 de enero de 2020 en Villa Gesell.

Sin embargo, ahora se sabe públicamente que es la hermana de Ciro y Luciano Pertossi, dos de los imputados en el debate oral que se lleva adelante en la ciudad de Dolores.

Durante la primera audiencia, Emilia seguía siendo para muchos una abogada más. Ese lunes 2 de enero entró a la sala del Tribunal Oral Criminal (TOC) 1 con cara preocupada y acompañada de Hugo Tomei. Estaba nerviosa y no lo ocultaba.

Llegó de camisa y saco y, a diferencia del resto de las jornadas, no se dirigió a los rugbiers. Sin embargo, con el paso del tiempo la joven de 25 años empezó a mostrar que en verdad mantenía un contacto cercano con los imputados.

De hecho, en varias cuestiones los detenidos suelen consultarla y hasta le piden que se acerque a sus bancos cuando necesitan saber algo del debate. Ella no duda: acerca su silla y se pone a hablar.

No solo la llaman sus hermanos, Ciro y Luciano, sino que el resto de los sospechosos también acuden a ella, como es el caso de Matías Benicelli, Blas Cinalli y Lucas Pertossi (su primo).

El que no suele hablarle mucho es Máximo Thomsen. Él siempre mantiene su postura erguida y su mirada fija hacia adelante, y cuando la joven se acerca solo se limita a escuchar sin preguntarle nada.

Lo cierto es que los rugbiers no son los únicos que se apoyan en ella. También lo hacen los padres de los acusados, que en las diferentes audiencias aprovechan los ratos libres en los cuartos intermedios para poder charlar con ella.

Aún así, con quien más se pueede ver a Emilia es con su propia madre, María Cinalli, que presencia todas las audiencias de principio a fin. En muchas ocasiones, la mujer busca a su hija con la mirada, pero sobre todo aprovecha los momentos libres para estar con ella y hacerle preguntas sobre lo que pasa en el juicio.

De hecho, es tanta la familiaridad, que no es raro ver a la salida de los tribunales que la joven se retira acompañada de su madre y del resto de los padres. Normalmente, lo que más presentes están son la mamá de Matías Benicelli, Mónica Zárate; el padre de Ayrton Viollaz; el papá de Máximo Thomsen y el de Lucas Pertossi.

Si bien Emilia no habla durante el desarrollo de las jornadas, está presente en la sala y es de mucha ayuda para Tomei, que la considera la más capaz de su equipo para este caso. “Nunca se olvida de nada y está atenta a todo. Hace 8 años que está conmigo en el estudio y se terminó de recibir en medio de esto que pasó. Ella se estuvo preparando 3 años para llegar a este momento”, aseguró a TN el defensor.

Además, el abogado contó que la joven es su ahijada y que, fuera de todo este revuelo por el juicio, en Zárate tiene una vida normal junto a su pareja y su nena de 3 años.

Para Pertossi no debe ser nada sencillo sentarse todos los días en el escritorio y ver la cara de sus hermanos mientras los distintos testigos los nombran y acusan. Durante las primeras jornadas, Luciano fue uno de lo más mencionados por los amigos de Fernando Báez Sosa.

Sin embargo, si le duele o la angustia, Emilia no demuestra nada. Cuando entra a la sala, saluda a los colegas de la querella y a los fiscales, se sienta, prende su PC y empieza a repasar lo que está previsto para ese día.

Antes de que entren los jueces, charla con los rugbiers y luego se pone a conversar con Tomei, que cada tanto le hace comentarios para distender la situación. Luego, cuando se empiezan a presentar las pruebas, ella toma nota. Nunca deja de prestar atención a lo que dicen los testigos, por más fuerte que sea la declaración.

Si el primer día le pareció duro ver a sus hermanos esposados mientras los policías los hacían pasar al recinto, no lo demostró, y si ahora está preocupada por el futuro de ambos, tampoco lo hace.

La joven letrada aclaró que no tiene pensando hablar ante los medios y que prefiere seguir en silencio. De hecho, eso es parte de su estrategia: observa, asesora y contiene, pero siempre con distancia y hermetismo.

Fuente: Todo Noticias