“Condición de desarrollo complejo que involucra desafíos persistentes en la interacción social, el habla y la comunicación no verbal, y comportamientos restringidos o repetitivos”. Así se define el Trastorno de Espectro Autista (TEA), según la Asociación Americana de Psiquiatría. Hace tres años, Micaela Fiorentino comenzó a informarse acerca de lo que es el autismo cuando recibió una noticia que le cambiaría la vida para siempre.
Cuando Bruno tenía un año y medio, Mica, como la llaman, empezó a sospechar que su hijo tenía autismo. “Comenzamos a observar conductas que nos llamaban la atención: dejó de mirarnos, no respondía a su nombre, no sabía jugar, entre otras”, recuerda la vecina de Temperley. Recién a los cinco años de Bruno, el diagnóstico fue confirmado.
Ella se convirtió en una luchadora y decidió hacer frente a la condición de su hijo, trabajando para que cada día estuviera un poco mejor. “Comenzamos intensivamente con las terapias, a formarnos como papás y modificamos su habitación en función de lo que él necesitaba”, explica Mica.
Después de tanto trabajo, Bruno empezó a mostrar señales de mejoríay volvió a hablar, aprendió a jugar y a desenvolverse solo. “Hoy lleva una vida normal, va a un colegio común, se queda a inglés, hace taekwondo. Es muy autónomo”, cuenta y agrega que “actuar, inventar historias, leer cuentos y salir a pasear son algunas de las cosas que disfrutamos juntos”.
Con su avance, Micaela buscó la manera de concientizar tanto a la comunidad educativa como a la gente y entre muchas otras cosas, surgió una ideal genial.
Madre e hijo lograron combinar la pasión de Bruno, que es editar videos, con la visivilización y concientización del autismo que promueve su mamá. “Al principio lo ayudaba a hacer videos hasta que entendió la dinámica y le enseñé a usar el programa para editar y ahora lo hace solo”, comenta Micaela.
El resultado fue un video muy emotivo acerca de cómo es la vida del niño. “Lo preparamos para el Día Mundial del Autismo, que fue el 2 de abril. Quisimos hacer llegar a los compañeros, docentes y familias información importante de una manera más amena”. El material está subido en YouTube y puede encontrarse bajo el nombre “El autismo es mi súper poder, By Bruno”.
La creación del video es una de las tantas iniciativas que Micaela llevó adelante para cumplir su objetivo. “Repartimos en el colegio un folleto con señales de alerta, una carta apelando a la comprensión, y este año regalamos calcomanías con la frase 'Hablemos de autismo'”, detalla Micaela. “Creemos que la falta de conocimiento provoca falta de empatía”, explica Micaela.
