Se registró en julio la primera suba en el consumo del año, con 1,7% de aumento respecto del mismo mes de 2020. Hace 14 meses que las ventas no tenían un resultado positivo. Sin embargo, en el acumulado anual la tendencia continúa a la baja con -6,2%.
El motivo de esta suba tiene que ver con el fenómeno de compra para stock que se dio el año pasado durante los primeros meses de la pandemia. De acuerdo con Osvaldo del Río, director de Scentia, la consultora que realizó el relevamiento, durante los meses de febrero, marzo y abril del 2020 las subas fueron altas debido al aprovisionamiento de las familias frente al confinamiento.
“Se dejó de comprar en las categorías no necesarias y el ingreso se volcó a los elementos de almacén e higiene. No se utilizó para compras como zapatos, ropa o salidas”, dijo Del Río a LA NACION.
Sin embargo, desde mayo de 2020 hasta junio de este año el consumo cayó y tocó su punto más bajo en marzo de 2021 (-18,3%), principalmente debido a que en comparación con el año anterior, el punto más alto, las compras fueron bajas relativamente.
“A partir de marzo todo empezó a retraerse por el impacto de la pandemia en la economía real, por la falta de ingresos, porque el Ingreso Familiar de Emergencia no era suficiente y el bolsillo se achicó. A pesar de la asistencia social, la retracción fue del 15% del ingreso”, detalló el director de Scentia.
Según el estudio publicado, el aumento de precios en cadenas y autoservicios independientes acumulado entre julio del 2020 y del 2021 fue del 45,7%. De acuerdo con la medición oficial del Indec, en ese período los precios crecieron 51,8%.
La mejora más importante se registró en bebidas alcohólicas, con una suba del 13,3% seguido de bebidas sin alcohol (10,3%). También aumentaron las ventas de impulsivos, como caramelos o chocolates (6,8%) y alimentos perecederos (5,9%).
Cayeron en ventas alimentación general (-2,2%), higiene y cosmética (-1,5%), limpieza de ropa y hogar (0,9%) y desayuno o merienda (-1,1%).
Los aumentos fueron mayores en las cadenas de supermercados. Tuvieron una mejora general de las ventas en todos los conceptos de compra con un acumulado intermensual del 5,4%. En contraste, los comercios minoristas estuvieron en negativo, con una caída del -1,4%.
Las ventas en el interior del país mejoraron 4,9% en julio mientras que en el AMBA cayeron -2,4%.
Según la consultora, el consumo del 2021 cerrará en -1% o -2%, con posibilidad de que mejore el prospecto con incentivos al consumo generados por el Gobierno en el marco electoral y de recuperación económica tras las restricciones por la pandemia.
Fuente: La Nación
