Luego de haber liberado el año pasado los precios de los combustibles que quedaron así atados a la evolución del dólar y el barril del petróleo en el mercado internacional, Macri busca contener su impacto en la inflación.
La disparada del dólar la semana encendió todas las luces de alarma. Ya nadie creía que el gobierno iba a ser capaz de cumplir con la meta del 15% que se había planteado, pero tras la nueva devaluación del peso esa posibilidad terminó por naufragar del todo.
Preocupado por no poder contener la inflación, el gobierno de Mauricio Macri se reunió el viernes pasado y seguirá haciendolo a lo largo de esta semana, según adelantó EconoJournal, con representantes de las principales petroleras de modo de explorar alternativas para que la devaluación del 9% no llegue a los precios.
Es que el el precio del combustible es clave en una economía en la que la abrumadora mayoría de los productos se transportan en camión. Una suba en los combustibles de traslada automáticamente a precios.
