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Tres perros cruza de Dogo con Pitbull mataron a una abuela

La víctima tenía 75 años. Los animales son de una vecina, a la que ya le habían advertido que eran peligrosos.

ilustrativa
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27-01-2019 17:10

María del Carmen Zárate tenía 75 años y vivía sola en un pueblo del sudoeste santafesino. El jueves se encontró por enésima vez con los perros de su vecina en el fondo de la casa. Pero esta vez lo que era una molestia se convirtió en tragedia: fue atacada y murió a causa de las heridas que le produjeron. Su nieto encontró el cuerpo por la noche y la familia advirtió que llevaban más de un año pidiendo que retiraran a los animales porque eran peligrosos.

“Ella ya salía a la quinta con un fierrito y lo usaba para defenderse”, comentó resignada Alejandra sobre la rutina que su mamá había adoptado para sobrellevar las invasiones de las mascotas en Chañar Ladeado, a unos 180 kilómetros de Rosario. En el patio trasero la mujer tenía una huerta y un gallinero, pero éste había quedado inutilizado hace tiempo porque los animales. “Le comieron todos los pollitos” después de atravesar el tejido precario que divide ambas propiedades.

“Ella ya salía a la quinta con un fierrito y lo usaba para defenderse”, comentó resignada Alejandra sobre la rutina que su mamá había adoptado para sobrellevar las invasiones de las mascotas en Chañar Ladeado, a unos 180 kilómetros de Rosario. En el patio trasero la mujer tenía una huerta y un gallinero, pero éste había quedado inutilizado hace tiempo porque los animales. “Le comieron todos los pollitos” después de atravesar el tejido precario que divide ambas propiedades.

Alejandra no dudó a la hora de señalar quiénes son los responsables de la muerte de su madre y aseguró: “La Comuna avaló todo esto sabiendo que los perros eran terriblemente peligrosos. Les daban de comer y venían con un carro a limpiar”.

Al mismo tiempo, remarcó que no sólo fueron las autoridades las que se negaron a retirar a las mascotas. También se quejaron de la conducta de Mónica G., una mujer que se dedica a rescatar y cuidar perros pero “no quiso recibirlos porque les iban a matar los otros animales”.

Entre otros problemas que surgieron tras el fallecimiento de la anciana, su hija se quejó de la falta de respuesta de la policía. El mismo jueves, la vecina había tapado con un tronco el pozo que cavaron los tres perros para pasar por debajo del tejido divisor y le dijo a los uniformados cuáles eran los tres animales que había encontrado en el terreno de al lado. Sin embargo, no fue hasta este sábado que consiguieron llevárselos.

Para entonces, el resto de la jauría que vivía alojada en caniles precarios ya estaba suelta por las calles del pueblo.

Fuente: Clarín

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