Facundo Guerrero, el jujeño acusado del femicidio de Ana Ríos, hecho que ocurrió en 2017 en Tucumán, fue nuevamente detenido luego de que la Justicia de aquella provincia dictara la prisión preventiva para el imputado.
El abogado de la familia de la víctima, Juan Mussi, explicó al respecto: "tuvimos que acudir a la Corte Suprema de Justicia de Tucumán para decir lo que era obvio: que había peligros procesales evidentes de que Guerrero esté en libertad".
En diálogo con el medio Vove, el letrado informó que "la última novedad es que Guerrero está detenido y a disposición de la Justicia. Esperemos que se abra el debate pronto para terminar de decir con una sentencia lo que resulta claro y evidente: Ana Ríos fue muerta por manos de Facundo Guerrero".
Cabe recordar que el imputado por el femicidio de la joven estudiante recuperó la libertad en el año 2019, luego de pagar una fianza. Al respecto, Mussi consideró que en aquel entonces la preventiva "se anuló con criterio errado y sin perspectiva de género".
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En cuanto a cómo prosigue la causa, el abogado de la familia de Ana Ríos indicó que "falta que se produzcan las pruebas para que se realice el debate", no obstante, consideró que "los indicios son graves, precisos y conducentes".
"No nos queda ninguna duda de que Ana Ríos murió a manos de Facundo Guerrero", repitió el letrado, asegurando que "es insostenible la versión del suicidio" planteada por la defensa del acusado debido "al contexto y por la evidencia".
LOS HECHOS
Ana Ríos murió el domingo 1 de abril 2017, tras estar internada en el hospital Padilla en estado delicado desde el viernes anterior. Ese día, pasadas las seis, la joven jujeña, de 26 años, había caído a la vereda de la calle San Juan al 800, de la ciudad de San Miguel de Tucumán, donde vivía su novio Facundo Guerrero, también jujeño.
El principal sospechoso declaró en los primeros momentos de la investigación, según fuentes judiciales, que la chica habría decidido quitarse la vida debido a que estaba deprimida, a raíz de la pérdida del trabajo -era moza de un bar ubicado en Miguel Lillo al 300-, entre otras situaciones. La familia, en cambio, se mantiene firme y afirma que fue un femicidio.
