Con el correr de las horas salieron a las luz nuevos detalles sobre la sorpresiva fuga de cuatro presos de la subcomisaría de barrio Azopardo: el escape habría sido cuidadosamente planificada e incluso los maleantes utilizaron a un taxista de señuelo para poder huir.
Según datos extraoficiales, minutos antes de que se produzca la evasión de los presos, el destacamento recibió un llamado alertando que en la calle Coctaca, a metros de la dependencia, habían asaltado a un taxista.
Cuatro de los siete efectivos que se encontraban en ese momento en la subcomisaría se dirigen de inmediato al lugar y constatan que el chofer del taxi había sido supuestamente asaltado y se encontraba encerrado en el baúl del vehículo.
Se cree que esta situación podría tratarse de un señuelo para que se retiren efectivos de la comisaría, ya que en ese mismo momento, los 13 presos que se encontraban alojados en la misma celda comenzaron a generar disturbios y a pedir permiso para salir al baño, algo inusual, ya que dentro de la celda cuentan con los elementos necesarios para hacer sus necesidades.
Uno de los tres efectivos que se quedaron en la dependencia procedió entonces a abrir la puerta de la celda para llevar a uno de los presos al baño, momento en el que el resto comenzó empujar hacia afuera de la celda y es allí donde se produce una golpiza hacia los efectivos policiales.
Cuatro de los presos lograron entonces darse a la fuga por la puerta principal de la subcomisaría y se dirigieron inmediatamente hacia la zona del río Grande.
ALCOHOLEMIA POSITIVA
Lo que llama fuertemente la atención de los investigadores, es que se realizó un test de alcoholemia a los presos que quedaron alojados y a todos ellos la prueba les dio positivo. Inclusive en uno de los casos, con una importante cantidad de alcohol en sangre.
El destacamento no cuenta con un paredón de seguridad en su parte posterior, sino que cuenta sólo con rejas, por lo que se cree que desde afuera podrían haberles pasado las bebidas a través de los barrotes.
NEGLIGENCIA DE LOS OFICIALES
En comunicación con nuestro medio, el jefe de la Policía, Guillermo Corro, señaló que “hay alguna negligencia por parte de los oficiales en adoptar las medidas necesarias para evitar que suceda esto”.
