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El tío de la nena filmado mientras abusaba de ella se encuentra prófugo

El aberrante hecho ocurrió en Buenos Aires y el abogado defensor del acusado, Luis Rapazzo, intenta negociar en la Justicia su entrega.

abusador
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05-03-2020 20:08

Una nena filmó el abuso sexual cometido por su tío, Leandro Martínez y logró así que después de más de un año de denunciar la situación en distintos ámbitos, entre ellos en la clase de educación sexual integral en la escuela, sus padres recurrieran a la justicia. Ante la abrumadora prueba, el fiscal pidió la captura del hombre, que desde entonces se encuentra prófugo.

La carátula de la causa es abuso sexual gravemente ultrajante reiterado y corrupción de menores , pero el abogado defensor de Martínez, Luis Rapazzo, pretende cambiarla a abuso sexual simple para poder obtener la eximición de prisión. "Lo entrego y renuncio a la defensa", dijo en una charla con la madre de la víctima y su abogado. Si embargo, la condición de la supuesta "entrega" de Martínez sería su eximición de prisión.

Desde hace por lo menos dos meses Martínez está prófugo. Según el representante de la querella, Juan Pablo Gallego, Rapazzo conoce su paradero y lo mantiene oculto. "Busca condicionar al sistema judicial de Morón y burla la ley. La fuga de Martínez no puede sostenerse sin ingentes recursos económicos y la complicidad explícita del sistema", acusa.

Los recursos económicos del acusado, un contador de 43 años que maneja una camioneta de alta gama y vivía en un country de la zona oeste, se justifican porque es ejecutivo del área de finanzas de una multinacional. "Precisamente por eso la familia de mi representada temía que se fugara a Brasil. Se decía que había obtenido un traslado dentro de la compañía", señala Gallego.

El Juzgado 1 de garantías y la sala 4 de la Cámara de Garantías rechazaron la eximición de prisión. Según Gallego, si se cambia la carátula a abuso sexual simple pero se agrega el agravante de que Martínez tenía condición de guardador de la nena, tampoco correspondería conceder la eximición de prisión.

Los hechos

El abuso, que la niña no quería revelar por temor a que no le creyeran o causar un revuelo en su familia, finalmente salió a la luz durante el verano de 2018, cuando la mamá de una amiguita se enteró del contenido de un audio de Whatsapp que la nena envió y se lo hizo escuchar a la madre de la víctima.

Al ser indagada por su mamá, la nena no solo le relató lo mismo sino que agregó detalles. Dijo que en el momento del abuso le había dicho a su “tío” que tenía que hacer pis para detener el manoseo y que como había quedado en estado de shock no había podido contarle nada a nadie.

El abusador es Leandro Martínez, de 43 años, marido de la prima hermana del papá de la víctima. La nena y Leandro siempre tuvieron una relación muy estrecha y era habitual que ella se quedara a dormir en su casa, invitada por sus primos. De hecho, la joven le decía “tío” a su abusador.

Cuando Daniela y Pablo, los padres de la niña, le mostraron los audios a la suegra de Leandro, el abusador, la señora les pidió que no le dijeran nada a su hija (la prima de Pablo) porque estaba embarazada después de muchos tratamientos y que ya había perdido cuatro bebés.

La niña se lo contó a sus compañeros

Mientras que los papás de la nena decidieron contarle a la psicóloga lo que había pasado para que la ayudara a superar esa situación, en una clase escolar de Educación Sexual Integral (ESI), la nena sorprendió a sus 35 compañeros con su confesión: “A mí me pasa, mi tío abusó de mí”.

De inmediato, la maestra lo comunicó al gabinete psicopedagógico y derivaron la información a un centro de niñez, pero aun así, “todavía costaba enmarcar lo que había pasado en un hecho delictivo", relató a TN su mamá.

Una vez enterados del abuso, los papás de la víctima se pusieron a atar cabos y relacionaron sus problemas de enuresis (se hacía pis desde los 6 años) y su retraso escolar como una consecuencia de ese hecho aberrante.

Las visitas de la niña a la casa de su tío comenzaron a espaciarse y solo lo veía en encuentros familiares. En uno de ellos, el abusador la volvió a atacar y esperó un momento en el que quedaron solos para alzarla y tocarle el pubis. Ella lo relató una y otra vez, y empezó a tener como una necesidad desesperada de hablar sobre la conducta inapropiada de su tío.

La niña quiso tener pruebas

Tal es así, que se la ingenió para conseguir una prueba irrefutable y exponerlo delante de toda la familia. Aprovechó que sus padres habían hecho una reforma en su casa e instalaron cámaras de vigilancia en su pieza para hacer que su perverso accionar quedara filmado.

"Hubo una fiesta familiar en lo de mis abuelos”, recordó el papá. "En un momento, cuando yo llego del trabajo, y la niña empieza a insistir en que le quería mostrar a Leandro las mejoras que habíamos hecho en casa. Me extrañó mucho y la ignoré un rato. Pero de repente, cuando vi que tomaba la llave muy dispuesta, la acompañé", señaló.

La víctima lo llevó a Leandro a hacer una especie de tour por toda la vivienda. Primero fueron al fondo, donde se construía un quincho, y después lo llevó a su habitación. Fue en ese lugar cuando la cámara apostada en una de las paredes captó claramente el momento de otro nuevo abuso.

Al salir del dormitorio, Leandro vio el monitor. Triunfante, la niña le comentó, como al pasar: “¿Viste que mis papás pusieron cámaras de seguridad?”. El hombre miró la cámara y al salir presionó el cuello de la nena, como advertencia. “Me apretó el cuello y me dolió mucho”, le contó ella a sus padres.

“La nena lo llevó por todos los lugares de la casa donde habíamos instalado cámaras. Cuando me enteré -me hizo escuchar los audios en los que se lo contaba a su niñera, porque no se animaba a decírmelo- y vi que los videos coincidían exactamente con lo que mi hija nos relataba, nos desesperamos”, dijo Pablo.

Fue recién entonces cuando los padres de V. decidieron ir a la justicia. “Hablamos con ella y le dijimos que se quedara tranquila, que su mamá y su papá iban a hacer lo que tenían que hacer para que nunca más le volviera a pasar”, contó Daniela. La pareja estaba devastada, y la nena sumamente conmocionada. “Ella llegó a hacer lo que hizo porque estaba totalmente desbordada”, resaltó.

Ese material fue clave para que la justicia avanzara en la investigación y emitiera una orden de inspección socioambiental en el country donde vive Leandro. Para sorpresa de los investigadores, cuando llegaron al lugar, se encontraron con que la familia se había ido de vacaciones y nadie sabe nada de ellos.

Con la filmación, acudieron a la Justicia

“Está prófugo. No usa el teléfono. No aparece en cámaras de peajes. Evidentemente está muy bien asesorado”, apuntó Pablo, quien aseguró que el abogado Luis Rapazzo, que representa al abusador, intenta lograr un cambio de carátula de abuso sexual gravemente ultrajante y corrupción de menores a abuso sexual simple.

Hace casi un mes que Leandro Martínez está desaparecido y la nena está muy susceptible y alterada por todo lo ocurrido. “Llora por cualquier cosa, se da cuenta de las consecuencias que esto tuvo en la familia, extraña a sus primitos. Por otro lado, quiere hablar. Hablar ante la justicia. Tenía turno en la cámara Gesell para marzo, pero a pesar del trabajo impecable de la fiscalía, ahora no sé qué va a pasar por todos los recursos de la defensa”, se preguntó Pablo.

El representante legal de la víctima, Juan Pablo Gallego, declaró a TN que "ante el abrumador avance de la investigación y la orden de detención, la defensa particular del prófugo a cargo del doctor Rapazzo ha formulado todas las articulaciones dilatorias posibles. Después de la prolija instrucción de la fiscalía especializada, la defensa viene logrando por más de 25 días mantener oculto a Martínez”.

Fuente: TN

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