La problemática del consumo de estupefacientes es una realidad que golpea desde hace años a muchas familias de Jujuy. Existe un fuerte pedido para que se implementen políticas serias para ayudar a combatir este flagelo.
Susana Cardozo, presidenta de la Asociación Unidos por la Salud, se refirió al drama que tiene una madre con un hijo con problemas de adicciones y los inconvenientes que atraviesan las familias para acceder a un tratamiento adecuado.
"Muchas madres no saben cómo actuar ante la situación de tener un familiar adicto. Es por ello que desde el 2020 nos dedicamos a trabajar en esta problemática bajo el lema "Por una familia sin adicciones". Somos un grupo de 40 madres que luchamos para que en la provincia exista un lugar en donde las adicciones se puedan tratar de una forma adecuada", señaló Cardozo.
En ese sentido, la presidenta de la Asociación Unidos por la Salud aseguró que el único lugar de internación por adicciones al que pueden acceder las familias que no cuentan con obra social es el Centro Arroyabe, ubicado en cercanías de Ruta Provincial 45 departamento El Carmen.
Además, detalló cómo se procede ante situaciones que ameritan internación. "Lo que se hace en Jujuy ante una urgencia es trasladar a la persona adicta al Hospital Wenceslao Gallardo en Palpalá para empezar con la desintoxicación y luego, si la situación lo amerita, se lo deriva al Arroyave pero allí se lo interna solo por 30 días. Lo que nosotros estamos solicitando es que en la provincia se aplique el Modelo Minnesota y que en todo el país haya una ley específica para tratar las adicciones".
“Lo que la sociedad tiene que entender es que esto es una enfermedad mental. Los adictos no delinquen porque sean malos sino porque la abstinencia es muy dura y vamos al tema de siempre que mientras haya venta va haber consumo”, recalcó Cardozo.En ese sentido, también explicó que una familia con un integrante con problemas de acciones también se enferma. "Nosotros somos coadictos del adicto, también estamos enfermos porque esto enfermera a toda la familia".
Por otro lado, la presidenta de la Asociación Unidos por la Salud indicó que la demanda en búsqueda de ayuda es cada vez más grande. "Son cada vez más las mamás que se suman y realmente me asusta. En un día recibí 15 llamadas de madres que tienen hijos por problemas de adicciones”.
Por último, Cardozo brindó un duro panorama sobre el consumo de estupefacientes en Jujuy. “Lo que más se consume en Jujuy es el alcohol y la pasta base. En Alto Comedero hay chicos de 7 y 8 años que ya consumen drogas. Están en los semáforos, todos los ven y no se hace nada. Es terrible como crecieron los kioscos de venta de drogas. Todos conocen los lugares donde se vende pero no se procede. Todo es muy lento".
Para comunicarse con Susana Cardozo llamar al 388-414-3027 o bien dirigirse al Alberro 550 del barrio Alberdi en la capital jujeña.
En qué consiste el Método Minnesota que buscan que se aplique en Jujuy
El modelo Minnesota rompió muchos paradigmas que se utilizaban en el tratamiento de las adicciones (prioritariamente el alcoholismo), proponiendo un tratamiento de rehabilitación intensivo, de corta duración que se encuentra a la vanguardia de los tratamientos actuales para las enfermedades adictivas.
Este modelo, permite que el paciente se incorpore rápidamente a sus actividades y que no se desligue de su entorno.
Se trata de un enfoque integral y multidisciplinar, basado en los Doce Pasos (AA y NA). El modelo parte de la base de que la adicción es una enfermedad sin cura conocida, pero con una recuperación posible.
Se desmarca de otros tratamientos, al empezar a nombrar el alcoholismo como una enfermedad. De esta forma le quita el peso de la culpa al alcohólico, hablando más de las consecuencias de la enfermedad (como causas), que como parte de un defecto moral. El modelo Minnesota trabaja como eje fundamental la adicción como enfermedad cuyas consecuencias son de ámbito social, físico, mental, emocional y espiritual.
Se rompió el antiguo paradigma que afirmaba que la adicción era un síntoma de otra enfermedad o situación, empezando a tratarla como eje del problema. La adicción pasa a ser una enfermedad primaria, no una consecuencia. Este modelo se enfoca en una enfermedad que no tiene cura, que necesita de recuperación continua y que requiere de apoyo espiritual y de crecimiento personal.
El Modelo Minnesota se basa en los siguientes supuestos básicos:
1- La negación de la enfermedad. El componente común entre los alcohólicos y/o adictos es que beben/consumen demasiado, independientemente de su raza, su clase social y su forma de beber. Su vida se va convirtiendo en un cúmulo de despropósitos y autodestrucción, pero el alcohólico/adicto sigue bebiendo/consumiendo sin mesura.
2- El Alcoholismo (y por tanto la adicción) es una enfermedad crónica, progresiva y mortal de necesidad si no se detiene.
3- El enfermo alcohólico (el adicto) no es culpable (con sus acciones no se ha buscado la enfermedad). Al ser una enfermedad, el alcohólico (adicto) no es culpable (básico para entender el modelo).
4- Es una enfermedad crónica y primaria. No es una enfermedad o síntoma subyacente.
5- Se contemplan las adicciones “múltiples”. Como consecuencia de la químico-dependencia. El adicto puede tener una sustancia de preferencia (generalmente es así), pero en numerosas ocasiones, se convierte en un “quimicodependiente”, ya que sustituye su sustancia de preferencia por otra sustancia química que mantiene la adicción.
6- El consumo de alcohol y/o droga es un síntoma de la enfermedad. Por eso, muchos profesionales cuando se elimina el consumo, creen que la enfermedad se ha curado.
