Salud

Los adolescentes que se acuestan tarde pueden tener problemas emocionales

Son un 88% más sensibles a problemas conductuales que otros jóvenes.

28-05-2018 12:54

Los adolescentes naturalmente tendientes a quedarse despiertos hasta tarde son más propensos a padecer insomnio que los que prefieren dormir, de acuerdo con un nuevo estudio. Además, padecerían problemas conductuales y emocionales.

Los autores entrevistaron a 4.948 estudiantes secundarios de Hong Kong, de entre 12 y 18 años, sobre los hábitos de sueño y la salud física y mental. El 23 por ciento tenía ritmos circadianos nocturnos, es decir, una tendencia natural a acostarse y levantarse tarde.

Esos "búhos" (como son conocidas las personas que trabajan mejor de noche) eran un 88 por ciento más propensos a tener problemas emocionales y conductuales que otros adolescentes, además de un 25 por ciento más vulnerables a los trastornos mentales.

La mitad de los adolescentes búhos tenían síntomas de insomnio, que estaba independientemente asociado con tres veces más probabilidades de padecer problemas emocionales, conductuales y mentales.

"No dormir lo suficiente o dormir poco afectaría negativamente la habilidad de regular las emociones y la toma de decisiones, lo que favorecería el riesgo de desarrollar problemas de salud mental", dijo la autora Shirley X. Li, de la Universidad de Hong Kong.

"Hay una relación bidireccional entre la alteración del sueño y los problemas emocionales y conductuales", indicó Li. Dormir mal causaría problemas mentales y trastornos conductuales o emocionales que también alterarían el sueño.

Dos tercios de los participantes tenían un reloj biológico "intermedio", lo que significa que no estaba configurado para un descanso excepcionalmente temprano o tarde. El 9 por ciento se iba a dormir temprano y tenía ritmos circadianos de "alondras" o eran madrugadores.

El 11 por ciento de los "búhos" no podía conciliar el sueño y el 4 por ciento tenía problemas para sostenerlo. El 22 por ciento de esos trasnochadores también tenían problemas de salud mental, comparado con el 15 por ciento del resto de los adolescentes. Lo mismo sucedía con los problemas emocionales y conductuales (38 versus 24 por ciento).

Fuente: TN

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