La celiaquía es la intolerancia permanente al gluten, una proteína presente en el trigo, la avena, la cebada y el centeno (TACC). De ahí que obliga a cambiar la dieta a quienes la tienen para eliminar toda traza de estos ingredientes.
Para eso avanzan las harinas "alternativas" a la de trigo, que ya no lo son tanto porque se ha extendido la oferta -y la demanda- de productos sin gluten al punto que se organizan ferias de específicas de comida sin TACC.
El problema real aparece a la hora de comer afuera, porque muchas veces tanto los celíacos como las personas con una intolerancia menor al gluten terminan en la pizzería con el resto de sus amigos o familia.
La pizza sin gluten puede estar hecha en base a maicena (almidón de maíz), harina de arroz blanco y fécula de mandioca, o sólo con un tipo de componente sin TACC.
Algunas recetas incluyen huevo, leche en polvo o aceite, y como siempre todo depende del gusto del consumidor y de la mano del maestro pizzero.
Fuente: Minuto Uno