MÉTODO
por Steve Jobs, cofundador de Apple y visionario en la industria informática, dejó un legado no solo en productos innovadores sino también en su enfoque para la toma de decisiones. Su metodología, revelada en una charla de 1992 durante su tiempo en NeXT, sigue siendo una referencia para líderes empresariales.
Jobs compartió que nunca creyó en la idea de forzar a su equipo a aceptar sus decisiones solo porque eran parte del mismo liderazgo. En cambio, abogaba por reunir a todos los involucrados en una sala y discutir hasta llegar a un consenso. Según él, esto evitaba conflictos y aseguraba que cada miembro del equipo estuviera comprometido con las decisiones tomadas.
En esa época, Jobs lideraba un "equipo de normativa" en NeXT, compuesto por ocho miembros, donde se enfocaban en diferenciar entre decisiones críticas y aquellas menos significativas. Para las decisiones importantes, Jobs destacó la importancia de debatir hasta alcanzar un acuerdo, ya que, según él, la verdadera función de pagar a un equipo es obtener sus opiniones sobre lo que debería hacerse.
En palabras de Jobs: "No pagas a la gente para hacer cosas; es muy fácil encontrar a alguien para hacer cosas. Lo difícil es encontrar a alguien para decirte qué debería hacerse". La clave, según él, radicaba en entender que hay pocas decisiones realmente fundamentales que un equipo deba tomar, quizás alrededor de 25 al año.
Este enfoque de Jobs resalta la importancia de la participación activa, el debate abierto y el consenso en la toma de decisiones, dejando un impacto duradero en el mundo empresarial.
