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¿Pensás comprar un nuevo tele para ver el Mundial?

En poco más de 30 días llega el Mundial de Rusia y todavía son muchos los indecisos que vienen postergando la elección de una súper pantalla.

10-05-2018 11:48

Para no vacilar en el último tramo, conviene tener en cuenta estos aspectos fundamentales que deben influir en la compra de un televisor.

El estándar actual del mercado es el 4K y todo indica que la curva seguirá en ascenso. Esta resolución multiplica por cuatro la calidad de imagen del Full HD, que alcanza 2 millones de pixeles contra 8 millones del 4K o Ultra HD (UHD). Y si bien en un principio eran mucho más caros y la escasez de contenido no justificaba el gasto, todo eso cambió.

La diferencia en el precio se redujo significativamente y tanto Netflix como YouTube comenzaron a sumar a su grilla títulos en 4K. En cuanto a las dimensiones, si la tele es para el dormitorio, lo ideal es que no supere las 43 pulgadas, y si es para colgar en el living, la idea es apuntar a uno de 50 en adelante.

Pero ojo, en la espaciada franja que baña el 4K se filtran algunas aproximaciones engañosas. “Hay ciertas condiciones que debe cumplir un televisor para ser un 4K de verdad. La primera es que al contar la cantidad de píxeles, totalicen 8,3 millones en toda la pantalla.

El segundo punto es que estos 8,3 millones deben contar a su vez con 3 sub pixeles cada uno, los cuales debe expresar los colores verde, rojo y azul, los que al mezclase, logran un inmenso espectro de colores.

El otro aspecto donde poner el ojo es el sistema operativo que viene asociado a la pantalla. Su función es gestionar las aplicaciones, navegar entre las diferentes opciones del menú y conseguir una experiencia más fluida. Tanto Sony como Philips se manejan con Android TV, Samsung utiliza Tizen OS y LG está con WebOS y Panasonic con Firefox OS.

Otro valor a considerar es la tasa de refresco que indica las veces que cambia la imagen por segundo. Por ejemplo una tasa de 60 Hertz (Hz) genera 60 imágenes por segundo. Es importante para no cansar la vista y evitar el temido efecto fantasma.

Otro punto clave está emparentado con la conectividad cableada e inalámbrica, puntos alojados en la espalda de la TV. La demanda de una calidad constante de imagen trae aparejado un mayor flujo de datos. En caso de una floja respuesta del Wi-Fi, es primordial que haya una entrada Ethernet para tirar un cable desde el router al televisor.

Y cuantos más puertos HDMI entregue mejor, sobre todo si son compatibles con el HDMI 2.0b, lo que asegura el soporte para las nuevas tecnologías HDR, contenido 4K a 60fps y la posibilidad de manejar hasta 32 canales de audio.

Fuente: Clarín

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