Claudia Figueroa

El relato de una sobreviviente

Unicef señala: Cuando la inocencia le es arrebatada a un niño, niña o adolescentes, estamos ante una de las peores formas de violencia. A pesar de que constituye un hecho traumático, la mayoría de los casos no son detectados ni denunciados, por eso la detección del niño que fue o está siendo víctima de abuso sexual depende de escucharlo para saber qué pasó.

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22-06-2020 11:37

Cuando tomé contacto con “Daniela”, una profesional destacada del medio, lo hice pensando que llegaba a una referente de la fundación que contenía a las familias atravesadas por el trauma de un “abuso sexual”, pero ella se encargó de despejar mi concepto inicial y me explicó con mucha paz y sin titubear que era una víctima, receptora excepcional del apoyo que la organización que contiene a madres de niños violentados sexualmente.

Dani es una mujer de más de 30 años que es mamá y que todos los días se levanta, prepara el desayuno para su familia y luego sale a trabajar para enfrentar, una aparente vida normal. Aunque desde los 14 años su vida nunca más sería la misma, porque se transformaría en un infierno dónde su propio padre sería su victimario. Ella y su hermana habían sufrido abusos físicos y violencia de género por parte de su progenitor, sobre quien ya pesa una sentencia, aunque ahora deben enfrentan otras instancias del doloroso proceso.

Después de escuchar su relato, me disculpé por el mal entendido y por haberle pedido que me permitiera entrevistarla por el concepto primario que tenía de ella, pero para mi sorpresa me respondió que estaría de acuerdo en brindar su testimonio porque está segura de que hablar es una forma de sanar y de decirle a otras personas abusadas que no están solas, aunque rescató que la verdadera heroína fue su hermana quien denunció el hecho; y que su madre también es una guerrera y una sobreviviente, porque rompió el silencio y porque confía en el cambio generacional, en la evolución.

Así llegamos a la nota periodística que concedió a Jujuy Investiga el último miércoles en la transmisión en vivo. En esos minutos de aire donde el silencio se apoderó del estudio de televisión y del control central y creo que en cada lugar donde la voz de Daniela se hizo fuerte, ella dijo: “una persona abusada solo habla cuando toda fondo, cuando cree que ya no existen más posibilidades, cuando ya no querés estar más acá, cuando no le encontrás sentido a nada, porque cuando te sucede (el abuso) vos decís, te ocurre con quien te tiene que cuidar, proteger, y es un golpe muy fuerte, como niños, sobre todo cuando pasa en la familia”. “Vivir la experiencia de un abuso, es algo que te derriba, más cuando también hay violencia de género”

Con seguridad se mostró ante la pantalla y contó a todos los que quisieran escucha su historia, mientras admitió que no sabe cómo hizo para seguir adelante y para llegar hasta donde está hoy, y volvió a rescatar que “hablar es un proceso que inicia la sanación” aunque admitió que desde el momento en que su inocencia le fue arrebatada necesitó estar acompañada para vivir el dolor que aún no ha podido superar. Pero además de hablar para sanar, confía en que su testimonio sirva para que “muchas mujeres se animen a decir basta y saber que no están solas y que hay muchas víctimas”. “Todo el mundo calla estas cosas, pero hablar no es una decisión desacertada, es comenzar un proceso de recuperación”

Hoy, luego de que su testimonio llegara hasta Salta y Tucumán a través de Direct tv , Daniela se ha convertido en la receptora de muchas experiencias tremendas, crueles y calladas por sus víctimas.

Ella quiere ayudar a sanar esas víctimas con la ayuda de todos. ¿Podrá contar con tu apoyo?

El próximo miércoles a las 21 hs. vamos a descubrirlo.

Hasta un nuevo encuentro.

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