Castillos medievales, máscaras y celulares confiscados: cómo son las fiestas sexuales más exclusivas del mundo

Con una capa y una máscara veneciana de color dorado, el doctor Bill Harford ingresa en una imponente mansión, similar a un castillo de la Edad Media, y se sumerge en un viaje de lujuria y misterio. Poco a poco, recorre unos largos pasillos con una alfombra roja que lo va guiando a diferentes ambientes, donde la desnudez, el sexo y la pasión son protagonistas.

Ese escenario retratado por Stanley Kubrick en la película Eyes Wide Shut (”Ojos bien cerrados” en Latinoamérica), junto a Tom Cruise y Nicole Kidman, fue la inspiración para crear fiestas sexuales altamente exclusivas en ciudades de Europa y Estados Unidos.

Recientemente, la exmodelo Victoria Vanucci reveló en una entrevista con Tamara Pettinato que participó en orgías con personas influyentes del jet set junto a Matías Garfunkel. Asimismo, detalló que en dichos encuentros asistía “gente importante”, que se hacían en castillos y que había ciertas reglas que cumplir.

A partir de sus declaraciones, se despertó la curiosidad sobre este tipo de fiestas sexuales que, actualmente, son furor entre los miembros de la alta sociedad.

Cómo son las fiestas sexuales VIP y cuánto cuesta ir

Uno de los eventos swingers VIP más reconocidos es el organizado por la empresa suiza Castleevents y que lleva su nombre en homenaje al clásico largometraje de Kubrick, las “Eyes Wide Shut Parties”. Se presentan como las fiestas más exclusivas del mundo y “algo que tenés que hacer sí o sí antes de morir”.

Estos encuentros eróticos se realizan varias veces al año en castillos medievales, hoteles de cinco estrellas y mansiones millonarias, ubicados en distintos puntos de Europa. Este año, las citas ya están programas en Praga, Mallorca, Venecia y Andalucía. Sin embargo, para poder ir, se deben cumplir ciertos requisitos.

En principio, la reserva para el evento más próximo (24 de marzo) se puede hacer a través de su sitio web con un pago de $1350 euros, solo para parejas o mujeres solteras. En ese paquete, se incluye la estadía de un fin de semana (viernes, sábado y domingo), cenas, shows en vivo y la promesa de una experiencia en la que “se cumplirán todas tus fantasías”. Para fechas posteriores, el precio asciende a $1500 euros.

Por otra parte, los invitados deben cumplir sin excepción la regla número 1: no usar celulares ni dispositivos tecnológicos que permitan captar lo que pasa ahí adentro. Esto se debe a que desde la empresa garantizan el anonimato para que las fiestas sigan sosteniendo el nivel de exclusividad.

A su vez, en esta misma línea, cada participante deberá cumplir con el código de vestimenta que es similar de la película protagonizada por Tom Cruise. Una capa larga y una máscara veneciana a elección. Sin embargo, esta especie de “elite” de la lujuria tiene la posibilidad de “dar riendas sueltas” al deseo en determinados momentos de la noche. Llegado al caso, las parejas solo pueden desnudarse el torso.

Como garantía, Castleevents asegura que el “secreto del éxito” es mantener un ambiente elegante y cuidado, tanto por el personal como por los asistentes a la fiesta. Es por esto que quienes participen de las fiestas, deberán mantener un comportamiento adecuado o, de lo contrario, se los excluirá del evento de forma permanente y hasta se podrá iniciar demandas legales.

Por otra parte, Killing Kittens es otra de las empresas que apostaron por este tipo de eventos eróticos. Surgió hace 20 años en Inglaterra y ya logró desembarcar en otras ciudades como Madrid y Nueva York. Sin embargo, su diferencial es que, si bien pueden asistir hombres, se trata de una fiesta sexual orientada a mujeres de alto poder adquisitivo, ya que son ellas quienes deciden con quien tener sexo o no.

“Nuestras reglas siempre han consistido en aumentar la equidad, permitiendo a las mujeres salir de los roles de género restrictivos y abrazar su empoderamiento sexual, ya sea explorando sus deseos, tomando el control en situaciones sexuales o sintiéndose seguras para pedir lo que realmente quieren en el dormitorio”, expresan en su página web.

Para participar en una de las fiestas de Killing Kittens, se debe crear un perfil en su sitio, el cual no queda activo hasta que los administradores lo revisen y aprueben. Así es cómo mantienen su status en un alto nivel. Una vez verificada la identidad, se ofrecen distintas fechas en “locaciones secretas”, las cuales se ubican generalmente en el centro de la ciudad de Londres.

Con respecto a los requisitos, la entrada puede costar hasta 500 euros por persona según la temática del evento, que puede ser de Halloween, Moulin Rouge o Día de Muertos.

Al igual que en las “Eyes Wide Shut Parties”, acá también cuentan con un estricto código de vestimenta que deberá seguir la estética de la fiesta junto a dos esenciales: máscaras y ropa elegante.

Según medios españoles como El Mundo, el club selecto está conformado por modelos y políticos reconocidos, aunque la prohibición de celulares y la extrema discreción del personal permite que el anonimato sea una ventaja fundamental.

Con la popularidad de este tipo de fiestas, la idea no tardó en llegar a Norteamérica y así fue cómo surgió Snctm, uno de los clubs sexuales más exclusivos de la elite estadounidense.

La lujuriosa propuesta está orientada a empresarios millonarios que, para convertirse en miembros, deben pagar una suscripción anual mínima de $12.500 dólares. En fiestas especiales, el precio de la entrada puede elevarse hasta los $75.000 dólares.

Sin embargo, el dinero no es suficiente para entrar, ya que cada postulante deberá enviar un formulario con fotos del cuerpo entero y responder todas las preguntas de un extenso cuestionario.

Otros requisitos tienen que ver con el código de vestimenta, el cual consiste en un esmoquin para los hombres y un vestido con lencería fina para las mujeres. Asimismo, quienes así lo desean, pueden llevar un antifaz para ocultar su identidad.

Ya en los eventos, que se realizan en Los Ángeles y en Nueva York, los invitados tienen prohibido el uso de celulares y deben siempre seguir las reglas de la casa: “Preguntar antes de tocar”.

Damon Lawner, el excéntrico fundador de Snctm, aseguró que el club “nunca tuvo que ver solo con el sexo” sino como una “invitación” a descubrir la sexualidad y conocer gente.

Fuente: TN