SALUD
por El Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia (Enia) se implementó durante años en Jujuy y permitió reducir a prácticamente la mitad el número de embarazos en ese segmento de la población. El programa fue desarticulado por Nación y si bien adelantaron que las provincias iban a rediseñarlo para sostenerlo, aún no hay determinaciones. Desde los equipos de salud advierten la importancia de sostener la política y adelantan que podrían revertirse las cifras alcanzadas.
"El Plan estaba instalado en doce provincias y a fines de marzo terminó", explicó al respecto la médica Elena Meyer, exintegrante del programa en Jujuy. "El recurso humano, que estaba contratado para prestar diferentes tipos de funciones en distintos dispositivos, dejó de percibir los haberes", planteó en diálogo con GPS por AM630.
"El Gobierno anterior, según teníamos conocimiento por ellos, había dejado previsto insumos más o menos hasta marzo/abril de este año", señaló en cuanto al cese del funcionamiento del Plan. En ese sentido, agregó que fundamentalmente "insumos implica anticonceptivos, sobre todo los implantes subdérmicos que son el anticonceptivo más caro y el que más solicita el adolescente". En cuanto a las personas empleadas, "los contratos se renovaron en enero por tres meses, ya estando la gestión nueva", tras lo cual se generó la desarticulación de los equipos.
Meyer se refirió a la cantidad de profesionales que formaban parte del proyecto y a las consecuencias que se generan a partir de su desguace. "En Jujuy éramos 50 y más allá de que algunos tienen algún otro trabajo, es gente que se formó específicamente en este tema, entonces una lástima que no se pueda aprovechar o no puedan reinsertarse en el sistema de alguna manera, que eso es lo que se está pidiendo", expuso.
"El Gobierno nacional anunció, por su vocero, que al Plan lo iban a rediseñar, que iban a garantizar los insumos, pero que las provincias tenían que rediseñarlo, hacerlo provincial, para poder seguir garantizando las atenciones y eso es lo que estamos esperando", remarcó.
La profesional afirmó que "el programa está sostenido en leyes y en programas que existían, que es el derecho al acceso a la anticoncepción, al acceso a la interrupción del embarazo, al acceso a la información para promover y proteger la salud integral del adolescente y sobre todo la salud sexual".
Meyer consideró que "las asesorías en las escuelas deberían seguir" y en esa línea aseguró que "es un plan que fue modelo en América Latina por la manera en que se implementó con una coordinación entre Salud y Educación, donde también había asesores comunitarios que trabajaban sobre todo con adolescentes no escolarizados o que los encontraban en otros espacios que no sean escuelas".
“Se disminuyó a la mitad los embarazos adolescentes porque era alarmante. El 15% de los partos eran de madres adolescentes”, expuso la especialista dando cuenta de las cifras y consideró que ante el desarme del plan podría generarse una reversión de la tendencia, "hay que ver en cuánto tiempo".
"Ya se nota el vacío", lamentó Meyer e ilustró: "Estoy recibiendo adolescentes en el centro de salud que vienen sin ninguna información, que no tienen a quién recurrir. Nos hablan los equipos de las escuelas para ver qué hacemos, porque si bien tenemos educadoras para la salud y profesionales en los distintos centros de salud que hacen esto, no con esta dedicación de atención más personalizada".
