La provincia de Jujuy recauda cada mes entre 6 y 9 millones de pesos a partir de las multas que se aplican por las diversas infracciones a las normas viales, informó el secretario de Seguridad Vial, Alejandro Marenco. El dinero se destina a la compra de equipamiento y mejora de la infraestructura de la dependencia.
El funcionario sostuvo que, a pesar de aparentar ser muy elevados, esos montos son inferiores a los gastos que debe realizar el Estado para darle cobertura médica a los protagonistas de los incidentes. "En promedio, permanecen 8 días en terapia intensiva los siniestrados viales en Jujuy", aseveró.
Marenco indicó que a los cuantiosos gastos que se generan en la atención de cuidados críticos se suma el proceso de rehabilitación de los accidentados, que se extiende entre 30 y 45 días y en muchos de los casos las personas no pueden recuperarse al 100% por los daños sufridos.
"La siniestralidad les cuesta a los argentinos 8 mil millones de dólares anuales", aseguró el secretario lamentado en esas cifras no se reducen y por ende se sostienen a nivel nacional los números de víctimas en rutas y caminos.
El funcionario también aclaró cómo se procede ante un infractor que no pueda saldar con dinero su multa. "Hay gente que acredita que no tiene la capacidad económica, allí aparecen los jueces contravencionales y les dan 2 opciones", explicó.
Sobre esas alternativas, precisó que una de las posibilidades es asistir a la Escuela de Reeducación Vial, donde el conductor deberá aprobar los 8 módulos que se dictan. La otra opción es realizar tareas comunitarias, cuya índole determina la Justicia Contravencional.
LEY DE TOLERANCIA CERO
"Jujuy tiene un hito que es la sanción de Tolerancia Cero al alcohol para conducir en todas las categorías de licencia", sostuvo Marenco celebrando la vigencia de la ley aprobada hace 3 años.
El titular de Seguridad Vial afirmó que "hasta ese momento los indicadores eran muy elevados y la normativa permitió reducir la mortalidad prácticamente en un 40% desde el 2018".
Por último, reconoció que "está creciendo nuevamente la alcoholemia en quienes conducen". En ese sentido, sentenció: "es inadmisible que sigamos ocupando camas por algo que es manejable y prevenible cuando se necesitan esas mismas camas para atender a la situación sanitaria".
